La verdad, las frases de madres darían para otra entrada, de hecho dan para un blog, porque es curioso cómo me descubro a mí misma diciendo las mismas cosas que ella,¡ y exactamente con las mimas palabras!. Bueno, y a veces con las mismas no palabras: No me, no me, no me…, que te, que te, que te…
A lo que iba. Chiquinina especialmente va a acabar con mis nervios. Claro, a quien se le ocurre poner una estantería llena de libros hasta el suelo, perfectamente a su alcance. Le encanta sacarlos todos uno por uno y dejarlos ahí desparramados ( obvio, no vamos a pretender que con un añito me los devuelva a la estantería y me los ordene por autor ). Luego voy por el pasillo y lo mismo me tropiezo con un Gormiti de Chiquinini que con el diccionario de alemán.Su otra especialidad, es vaciar todos los pañales y/o Kleenex de su cambiador por el suelo. Sí, ya sé, ponlos en otro sitio. Pero es que no hay otro sitio. La casa no da para más.También le gusta chuperretear una galleta, e ir dejando las miguitas por ahí, como Pulgarcito. (Y luego con los deditos ya bien sucios ir toqueteando el edredón, el sofá…)Y lo peor, cuando por ejemplo consigo convencer a su hermano para recoger, y mientras él mete toooooodos los animalitos de turno en su caja, ella los va sacando otra vez!Señor dame paciencia.
Los Chiquininis son unas verdaderas máquinas de desordenar. No puedo más. Me escucho diciendo las mismas cosas que mi madre me decía a mí: Ya estoy harta, yo todo el día recogiendo por un lado y vosotros desordenando por el otro.