El manual escolar antiguo (me refiero sobre todo a que conocemos desde finales del siglo XVIII) es un tipo de libro que aparece frecuentemente repleto de "marcas de guerra". Los libreros de viejo y los gestores de los fondos antiguos en las bibliotecas universitarias lo saben muy bien. No por ello estos libros pierden su interés, sino todo lo contrario. Está claro que quienes trabajamos con viejos manuales no estamos tratando con ejemplares de alta bibliofilia, pero no por ello dejan de ser libros cargados de historia, sobre todo de pequeñas historias. Ya Menéndez Pelayo dedicó en su momento un hermoso poema dedicado a un libro viejo de Horacio ("Yo guardo con amor un libro viejo..."). Hace unos años, me hicieron mucha gracia estos románticos ripios que encontré en la página final de un manual de literatura griega, el de Raimundo González Andrés (1855):
"Después de tanto estudiar/ Después de tanta amargura/ dónde iremos a parar/ A una hedionda sepultura..."
Están inspirados, sin duda, en José de Espronceda ("¡y es la historia del hombre y su locura / una estrecha y hedionda sepultura!"). Podemos imaginar al estudiante, probablemente de la Universidad Central de Madrid, haciendo gala del tópico del VBI SUNT para justificar, en general, la vanidad de las empresas humanas y, en particular, la del tedioso estudio. Por su parte, la imagen que abre este texto pertenece a un ejemplar de la versión española de Origen, progresos y estado actual de la literatura española, de Juan Andrés, cuyo tomo V, dedicado a la Elocuencia, se publicó en Madrid en 1789. Un estudiante aburrido se dedicó a tomar, no sé si del natural, apuntes del retrato de un monje y, no contento con ello, llenó los márgenes del libro de escrituras en
Pienso ahora en aquellos muchachos y niños, tan parecidos a los que acaban de terminar la selectividad o la están haciendo durante estos días. Es verdad que muchas cosas han cambiado, pero estoy seguro de que el aquelarre biblioclasta sigue siendo una constante. VIVAT ACADEMIA IUVENES DUM SUMUS Francisco García Jurado H.L.G.E.