Hará cosa de un mes que tuve la suerte y el privilegio de poder visitar la casa taller de Pepe Otal gracias a Xavi, amigo y compañero de “Cazadores de Hermes” y autor del blog Las Crónicas de Thot. En tiempos pasados, su hermana Marta había sido la encargada del desaparecido Teatre Malic, al que Pepe Otal estuvo muy vinculado desde su fundación en 1984. Razón por la cual mantienen la amistad con Pedro Nares, director del documental “Pepe Otal. El viaje infinito” y persona también relacionada con el desaparecido teatro.
En 1984, su obra“El apocalipsis según San Juan”(que había sido censurada en España por la dureza de su contenido), recibió el premio al mejor espectáculo europeo, año en que también estrenó la adaptación de“El gran teatro del mundo” de Calderón de la Barca.
Pepe Otal realizó muchas y muy elaboradas obras a lo largo de su carrera artística y, por lo que Pedro Nares nos contó, le apasionaba el proceso de creación. Le gustaba construir sus marionetas con objetos reciclados, hacerles el vestuario y montar el espectáculo aunque odiaba los ensayos. Aún así, para “La divina comedia” ensayó. ¡Y mucho! Según cuenta su amigo y colaborador Pep Gómez fue una obra larga de elaboración. Estuvieron todo un año de montaje más otro de ensayos. Una tortura para Pepe.
Por otra parte, adoraba la ópera y la música clásica. Por eso realizó una trilogía con tres óperas famosas: “Rigoletto” de Verdi, “El holandés errante” de Wagner y “Don Giovanni post-mortem” de Mozart. Esta última, representada en la sala de anatomía de la Academia de Medicina (de la calle del Carme) junto a un coro de cantantes y en la que practicaba una autopsia a la figura de don Giovanni usando vísceras de animales muertos.
Ya en los últimos años estrenó una versión de “Don Juan Tenorio” de Zorrilla (2002) y empezó la construcción de su último personaje, el payaso “Ramper”, que no pudo acabar.
Espero con muchas ganas que llegue el día en que pueda disfrutar del documental de Pedro sobre la vida y obra de Pepe Otal.