Desde el mirador de Orellan al atardecer. Foto: Sara Gordón
Parece mentira que los romanos modelaran el paisaje que hoy en día vemos por la codicia del oro. Caminando por las sendas que pueblan las Médulas te preguntas cómo sería este paisaje antes de la explotación aurífera, cómo harían para mutilar la montaña de esta manera y a la vez te asombras por la belleza del paraje y la historia que aquí está encerrada.
En 1997 fue declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Foto: Sara Gordón
Durante 210 años los romanos extrajeron 4.5 toneladas de oro con que el que mantuvieron el imperio. La extracción era muy peligrosa, usaban una técnica llamada Ruina montium. El método consistía en realizar túneles que parecen un hormiguero gigante y luego desviar torrentes de agua para utilizar la presión de ésta y destruir la montaña. Arrastraban las tierras auríferas hacia canales de lavado donde extraían el oro.
Los romanos empezaron a trabajar en la zona en la época del emperador Octavio Augusto. Foto: Sara Gordón
¿Quién excava más rápido?
Los túneles para el AVE: 3514 m/año
Erosión en la Cueva de Valporquero: 0.0024 m/año
Las medulas: 300 m/año
En cuanto al número de trabajadores, Plinio habla de 60 000 obreros. Foto: Sara Gordón
Para forjar un anillo de 10 g de oro se precisa movilizar 3500 kg de material. Se estima que cada año en el mundo se extraen 50.000.000.000 toneladas de materiales mineros, equivalente al volumen contenido en un agujero del tamaño de Suiza y 1.5 m de profundidad.
La flora autóctona va poco a poco adueñándose del lugar. Foto: Sara Gordón
Los trabajos en las Médulas pararon en el siglo III y desde entonces el paisaje se ha ido recuperando a través de la vegetación. Ahora el verde se mezcla con los tonos naranjas que caracterizan este entorno. Las cicatrices de la historia forman parte de este paraje natural como recuerdos de los tesoros de su tierra y de la codicia del momento.
El atardecer sobre Las Médulas. Foto: Sara Gordón
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