La mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio romano estuvo en territorio hispano. El expolio de minerales sufrido y el paso de los siglos ha conformado un entorno paisajístico de espectacular belleza conocido como Las Médulas, en la comarca leonesa del Bierzo. Arenas rojizas recubiertas de una frondosa vegetación entre la que sobresalen los castaños y robles dotan a este sitio, además de una fisonomía que le han encumbrado a la consideración de Patrimonio de la Humanidad.
Las paredes calcáreas de Las Médulas conservan un pasado de postín labrado a base de años de historia y de dominación romana. Pese a que la explotación ya fue trabajada por los pueblos indígenas prerromanos que habitaban en la zona, fue en época del emperador Octavio Augusto, cuando las extracciones comenzaron a ser masivas, entre los años 26 y 19 antes de Cristo, cuando conquistaron definitivamente los pueblos del norte de la Península Ibérica.
Algunos de los picos que sobresalen en Las Médulas./Josemanuel
Nada más que dos siglos y medio estuvieron los romanos trabajando a destajo en Las Médulas. Según datos del historiador romano Plinio el Viejo, quien fue administrador de las minas en sus años mozos, al año se extraían de los montes bercianos unas 20.000 libras de oro. Las tierras removidas alcanzaron los 500 millones de metros cúbicos.
La brillante ingeniería romana utilizaba el método ruina montium, por el que se captaba el agua existente por medio de canales, almacenándola en depósitos para utilizarla en el momento oportuno. Mediante galerías subterráneas y catapultas también se lanzaba agua con la fuerza suficiente de presión para poder estallar la piedra y extraer el mineral. La pendiente del monte facilitaba el desagüe.
Panorámica del espectacular paisaje del Bierzo./Rafael Ibáñez Fernández
Una de las muchas captaciones se hacía desde la falda noreste del monte Teleno. A 2.000 metros de altura se acumulaba la nieve que, más tarde y ya convertida en agua, llegaba al río Cabo que, a su vez, alimentaba los siete canales que, bordeando la montaña, llegaban a los estanques de la explotación. Estos canales medían en total 300 kilómetros de longitud, muchos de ellos horadados bajo la roca en forma de túnel.
Picos de más de 100 metros de altura conducen al centro del yacimiento aurífero, la Cueva Encantada y la Cuevona. Los romanos abandonaron la explotación de Las Médulas en el siglo III. No mucho después comenzó a brotar la vegetación autóctona, que se adueñó del lugar: robles, castaños, encinas y carrascas. Todo esto originó la aparición de un entorno espectacular caracterizado por las caprichosas formas del terreno, formado por arenas rojizas integradas con la vegetación a la perfección.
Una de las galerías horadadas por los romanos que es visitable./Håkan Svensson (Xauxa)
En la actualidad, habita abundante fauna en la zona como jabalís, corzos, gatos monteses, …, así como más de un centenar de especies de avifauna, sobre todo junto a la vertiente del río Cabrera. En las proximidades del lago de Carucedo florece una variedad de orquídea cuya flor simula un abejorro para atraer a los insectos y facilitar la polinización.
Para gozar de una no menos espectacular vista cabe recorrer los apenas ocho kilómetros que cuesta llegar hasta el Mirador de Orellán. Ya en la propia localidad de Las Médulas se puede conocer el material expositivo del Aula Arqueológica, que permite al viajero obtener información sobre la historia de este singular yacimiento romano.
Los macizos calcáreos de color rojizo son característicos de Las Médulas./Rayet
La comarca del Bierzo, por la que pasa el Camino de Santiago, depara al viajero otras visitas de interés, como las que puede realizar a Villafranca del Bierzo, Cacabelos o el monasterio de Santa María de Carracedo.
Tras esta humilde exposición histórica y natural de Las Médulas os emplazo a que descubráis las maravillas que esconde este entorno paisajístico mediante un estupendo vídeo:
Dónde dormir: Casa Agoga; Calle General s/n; 2442 Las Médulas, Carucedo (León); Teléfono: 987422844 y 699722488.
Dónde comer: Restaurante Durandarte; Calle General 10; 24442 Carucedo (León); Teléfono: 987422839.