No paran de mentirnos en el tema del aumento de la edad de jubilación obligatoria. Juntos, los economistas neoliberales (que son casi todos, sobretodo los que están ligados a los dos grandes partidos), la mayoría de los medios de comunicación y los partidos políticos con representación en el parlamento (salvo Izquierda Unida, Iniciativa per Catalunya, Esquerra Republicana, Aralar, BNG) están empeñados en proclamar constantemente ciertos latiguillos que no siendo verdad, responden –lo que es más grave— a intereses espurios y que repetidos, continuamente, son aceptados por una parte importante de la ciudadanía, como paradigmas incuestionables.
La primera (mentira) en la frente: La esperanza de vida ha aumentado considerablemente y al ser más los años de vida no habrá recursos para todos, durante el tiempo de la jubilación. Esta afirmación aparenta ser una verdad de Perogrullo, lo que ocurre es que, una mentira no sólo es lo contrario de lo que se sabe, que también, sino todo aquello que no sea la verdad completa. De ahí que las medias verdades, no sean verdad, sino falsedades. Y eso es lo que pasa con esta afirmación.
Nadie puede negar que ha aumentado, pero esos cuatro años más de media que se viven hoy, cuando se compara con los años setenta del siglo pasado, se deben fundamentalmente al hecho de la bajada en la mortalidad infantil, sin olvidar que no todas las clases sociales viven lo mismo y precisamente los que más se desgastan en el trabajo son los que viven menos y los que más van a sufrir la prolongación de su vida laboral. Explicaciones profusas se pueden encontrar en el blog del profesor Vicenç Navarro.
Otra de las “verdades” con la que nos bombardean constantemente es con la necesidad de que las pensiones se han de financiar íntegramente por la Seguridad Social y que hay peligro de que en un futuro próximo, ésta no pueda hacerlo. La verdad es que a estos videntes que están haciendo estas profecías desde hace veinte años, el tiempo les ha demostrado que no es cierto. El fondo de reserva de la Seguridad Social, ha crecido desde el año 2000, y hasta 2010 dispone de 64.000 millones de euros, habiendo aumentado también en los dos últimos años con esta galopante crisis. ¿Qué hace pensar que no va a seguir aumentando? Hay que tener en cuenta que aunque no aumentaran los trabajadores y sí lo hicieran los pensionistas, la productividad de la riqueza también aumenta y hasta ahora, a pesar de las constantes predicciones, tan negativas como falsas, ha conseguido incrementos más que suficientes.
Por otro lado, si esto no ocurriera, bastaría con darse cuenta de que el bienestar de la población de los mayores es una prioridad y que como tal tendría que contar con una partida en los presupuestos generales del Estado. ¿No cuenta con partida presupuestaria la policía o el ejército? ¿No se dan subvenciones presupuestadas a los sindicatos, partidos políticos y asociaciones empresariales? ¿Por qué no hacerlo, si fuera necesario –cosa improbable— con las pensiones?
Son varios los países donde las pensiones salen de los presupuestos y no de la caja de la Seguridad Social. Muchas pensiones que se dan, con toda justicia, ni tan siquiera tienen relación con los ingresos que se generan, me refiero a las pensiones no contributivas. ¿Por qué, en caso de que hubiera necesidad, tendrían que financiar los trabajadores y los empresarios las pensiones no contributivas y no salir de los presupuestos generales del Estado?
No demos más vueltas al asunto. Nos están engañando, y naturalmente, no son mentiras sin objetivos, son falsedades interesadas. Los Mercados, y sus gobiernos subalternos, entre otros el español, tienen un interés claro. Un único interés que no es precisamente que los jubilados puedan cobrar su pensión, sino meter miedo y hacer creer que el sistema de pensiones puede quebrar, y promocionar y fomentar las pensiones privadas que manejan los bancos y seguros, o sea quienes dominan Los Mercados. Ese es el objetivo oculto. No hay otro. Todo lo demás, falso.
Curiosa casualidad, precisamente las pensiones privadas tienen graves problemas financieros, no así las públicas, y además llevan años dando rentabilidades negativas.
Esperemos que los sindicatos no caigan en la trampa y traguen. No hay ninguna razón, ni económica ni social para alargar la vida laboral, salvo contentar a Los Mercados al promocionar los fondos privados de pensiones. Los sindicatos han de mantener el tipo y no ceder ante tamaña felonía. Hacerlo significaría entregarse, perder la credibilidad que les queda entre sus bases y quedarse a esperar las próximas órdenes de esas instancias supranacionales.
¡¡NO AL PENSIONAZO!!
Salud y República