La universidad de la vida
"No dejo que mis hijas estén pidiendo"Compramos algunos recuerdos de una de ellas. En eso se acercaron dos nenas, hijas de la vendedora, que venían del colegio. "Mamá, ¿nos podemos quedar en la plaza?", preguntaron. La mamá en forma enérgica, les contestó: "de ninguna manera, se van derechito a casa a hacer las tareas de la escuela".Luego mirándonos, dijo: "No las dejo quedarse en la plaza para que no anden pidiendo moneditas".