Las montañas de mármol de Danang

Por Gracia Gracia Rodriguez @viajarcongrace

Las montañas de mármol son un conjunto de cinco montañas escarpadas de roca caliza y mármol, que representan los 5 elementos : Thuy Son (agua), Tho Son (tierra), Hoa Son (fuego), Kim Son (metal) y Moc Son (madera). Están situadas al sur de Danang, y a escasos 20 kms de Hoi An, donde precisamente nos encontrábamos, por lo que aprovechamos la oportunidad para hacer una excursión desde allí.

Antiguamente se extraía el mármol de las montañas para hacer muebles o esculturas, pero hoy en día el mármol es importado de China, para así poder preservar estas montañas que son un reclamo turístico. A los pies de las montañas podréis ver un montón de talleres que trabajan el mármol, y enormes figuras de budas a su entrada.

Todas las montañas se pueden ver a excepción de una, la Moc Son. Nosotros visitamos solo la Thuy Son, la más grande e importante, y la que sí o sí no te puedes perder si te acercas hasta las montañas de Danang. 
Montaña Thuy Son
Esta montaña es enorme, y está llena de pagodas y cuevas, y tiene varios miradores desde lo que se puede apreciar el mar de China y todo Danang. El precio de la entrada a esta cueva es de 15 VND, menos de 1 euro. La visita te llevará fácilmente las 2h. Para acceder a ella tienes varios caminos, ambos repletos de escaleras superando el centenar, así que coge aire, o bien escoge la opción de subir por ascensor, la cual se paga a parte. Nosotros que nos sentimos jóvenes y fuertes (y rácanos, porque no queremos pagar más) escogemos las escaleras.

Escogimos por azar subir por la entrada nº1, así que nos encontramos con las primeras pagodas, la Tam Thai, que data del año 1630, y que sigue siendo residencia para algunos monjes; y una un poco más pequeña, la Ton Tam, toda de madera. La verdad es que toda estaba muy tranquilo, lo que invitaba a relajarse bastante, y más después de la subida...

Pagoda Tam Tai


Pagoda Ton Tam


Desde allí, un pequeño tramo de escaleras nos lleva hasta uno de los miradores, Vong Giang Dai, desde el que podemos contemplar como el conjunto de montañas se alza entre la población de Danang.

Vistas desde Vong Giang Dai


Ahora venía una de las mejores partes, las cuevas, entre las que destaca la impresionante Huyen Knong, también conocida como la Catedral por su tamaño. A la entrada le precede otra pequeña cueva, Hoa Nghiem, con un pequeño santuario, y que nos da paso a continuación a una especie de pasadizo. En esta ocasión descendemos por unas escaleras custodiadas por guerreros a ambos lados. La sorpresa nos la llevaríamos al entrar, donde un gran altar y pequeños santuarios eran iluminados por un haz de luz que se colocaba por los agujeros superiores de la cueva, dotando al lugar de un halo de misterio y misticismo. Parece ser que esta cueva, durante la guerra de Vietnam, era utilizada como hospital y refugio para los partidarios del Vietcong.

Cueva Hoa Nghiem


Cueva Huyen Khong y el iluminado...


Ahora toca volver sobre nuestros pasos para tomar el otro camino que va desde la pagoda Tam Thai hacia la otra salida. En el camino de nuevo una cueva más, Van Thong, pero ésta parece desafiar a los curiosos, ya que se encuentra tras un enorme agujero en la roca, en la que tras atravesarlo y llegar a un primer altar, te toca con poca luz deslizarte entre pequeñas grietas si quieres llegar hasta el final. La cueva está bastante oscura y hay murciélagos en su interior, y casi que diría no apta para todo el mundo...

Cueva Van Thong


Pero la parte más bonita en cuanto a pagodas llega justo al final, donde se encuentra la pagoda de Ling Ung y la torre de Xa Loi. Este complejo budista está considerado el más grande de Danang, y está lleno de pequeños jardines, estatuas y pequeños estanques.

Junto a él, está también el otro mirador, Vong Hai Dai, desde el que se ve toda la costa. El ascensor que permite el acceso a esta montaña se encuentra en este lado.

Un inmenso buda blanco nos despide al comenzar nuestro descenso, donde creíamos que habíamos puesto el final a nuestra visita... 

Sin embargo, al llegar abajo y dar la vuelta vemos a los pies de la montaña una cueva más. Se trata de la cueva Am Phu, también conocida como la cueva del infierno. Para nuestra sorpresa la entrada que habíamos pagado no vale en esta cueva, a pesar de tratarse de la misma montaña. Un poco incrédulos, intentamos colarnos, haciendo que no entendíamos y enseñando la entrada que ya teníamos, pero de nuevo nos tocó desembolsar otros 15.000 dongs. La cantidad era ridícula, pero íbamos a pagar lo mismo por la cueva que por toda la montaña! En fin, suponíamos que tenía que ser la leche, con ese nombre y con la frikada de entrada a la cueva que veíamos. Nada menos que un puente de lo más siniestro en mármol blanco, con las cabezas de los animales del zodiaco. Un puente que servía de unión del mundo terrenal al más allá. 

La cueva es un viaje que representa el paso del infierno hasta el cielo, donde uno debe confesar y purgar sus pecados para poder llegar al cielo. Representa de alguna manera el ying y el yang. La cueva se adentra en el interior de la montaña 302 metros. 

Todo está lleno de esculturas demoníacas y esqueletos. Es oscuro, húmedo y solitario. La temperatura desciende en su interior a casi 20º, algo que por un lado se agradece por el calor que hace fuera, pero por otro lado acentúa lo siniestro del lugar.

Una vez confesados los pecados en las entrañas de la cueva, una empinada escalera haciendo zigzag nos lleva a la luz, suponemos que será el cielo, y donde esperamos ser bien recibidos. Al salir al exterior por la apertura superior de la cueva, un pequeño mirador nos vuelve a regalar unas bonitas vistas de Danang. Creo que lo hemos conseguido...estamos libre de pecado!

¿Cómo ir desde Hoi An hasta las montañas de mármol?
Se puede acceder en moto, en bici o en bus. Nosotros lo de la bici lo barajamos pero con el calor que hacía para que complicarnos, cogimos el bus nº1. El trayecto es poco más de media hora, y te deja justo junto a la entrada de las montañas de mármol. No teníamos muy claro los horarios, ni cuando era el último, así que por si acaso nos fuimos temprano por la mañana y así evitábamos achicharrarnos, aunque eso fue casi inevitable... El precio del billete era 20.000 VND, no llega al euro.
Algunos viajeros que van o vienen de Mui Ne paran hacer la visita de las montañas y después continúan. Nosotros esto lo veíamos un poco engorroso por el tema de la mochila, pero supongo que se podrá dejar en algún lado a buenrecaudo.
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