Allí estaba la sala donde esperaban reunirse mujeres de todos los tiempos, de todas las profesiones, de todas las capas sociales. Se trataba de un encuentro especial. Todas estaban al otro lado, salvo Sofía que todavía respiraba, aunque también estaba invitada. En ese mundo imaginario, Aída, su creadora, las había unido.
Empezaron a llegar. Carmenentró desde el cuarto de atrás, mientras Virginia, alterada, decía buscar una habitación propia donde instalarse. Ya había llegado Maríaque cantaba un aria de Bellinimientras que Emily, de blanco como siempre, se aislaba en un rincón mientras escribía en un pequeño cuaderno. Frida llegó, quitándose su corsé ortopédico y gritando que era necesaria una revolución. Con un cubo de pintura y una brocha, Sonia trataba de decorar la habitación mientras exclamaba: me encanta el Art Déco.
Cuando entró Billie, lo hizo tambaleándose y cantando una pieza triste de jazz, con una voz arruinada por su afición a las drogas. Sofía, entró en ese momento y con su desparpajo habitual dijo: He venido a vivir una giornata particolare, aunque luego vuelva a mi mundo. Siempre he querido conoceros. Y empezó a saludarlas.
Cuando entró Dolores, con su nervio habitual, las fue saludando. Y abrazándose a Frida, acomodó al momento su frase favorita: Estoy con vosotras: Más vale haber muerto de pie, que haber vivido de rodillas.
Después, fueron llegando Annie, Unica, Sylvia, Nancy, Angélica, Brigitte, Nora. Y empezó el encuentro…
El próximo sábado, también podéis reuniros con ellas. No faltéis, os esperan en Rivas Vaciamadrid..