Pero el problema es mucho más profundo. Estas mismas mujeres a quienes se les asegura protección, conocen, a veces de primera mano, testimonios de mujeres que ven vulnerados sus derechos: víctimas de trata o también, inmigrantes que pasaron por alguno de los CIES españoles (centros de internamiento de personas), donde a pesar de no ser cárceles y de que las personas retenidas no han cometido ningún delito, están controladas por la policía y en condiciones infrahumanas; en uno de estos centros, el de Málaga, en 2006 se produjo la denuncia de violación de diez mujeres a manos de agentes de policía, que aún no han sido juzgados y que probablemente quedarán impunes.Y si seguimos profundizando, encontramos otras incongruencias. Por ejemplo, todavía no se garantiza que las mujeres extranjeras que no hablan español y se acercan a una comisaría a presentar una denuncia por malos tratos sean asistidas por intérpretes de calidad y con formación en violencia de género. Virginia Álvarez explica que “esto, junto a otras dificultades durante la investigación, hace que cerca del 50 por ciento de las denuncias de mujeres extranjeras en situación irregular están siendo sobreseídas, lo que tiene unas graves consecuencias sobre ellas”.
Ir a la raíz
La violencia contra las mujeres está vinculada al desequilibrio en las relaciones de poder entre los sexos, del cual sería su manifestación más aberrante, y se manifiesta en diversos ámbitos: social, económico, religioso y político. Es importante insistir en que el problema es de origen social y estructural –y no individual- y es multidimensional, puesto que no puede ser entendida de forma aislada.Hace décadas que existe un reconocimiento internacional acerca de la vulnerabilidad de las mujeres inmigrantes – la doble vulnerabilidad, por ser mujer y por ser migrante- haciéndose hincapié en los últimos tiempos en la necesidad de integrar la perspectiva de género en todas las políticas migratorias. En el caso de las mujeres inmigrantes irregulares, estaríamos ante una situación de triple vulnerabilidad.