Revista Arte
El retrato de la Familia del Duque de Osuna, pintado por Goya (1746-1828) en 1788, es una de las composiciones retratistas más conseguidas en la historia del Arte español. En el cuadro aparecen don Pedro de Tellez y Girón, IX duque de Osuna, su esposa doña Josefa Alonso Pimentel, y los cuatro hijos del matrimonio. La niña del centro del cuadro, Joaquina Tellez-Girón, acabó siendo la marquesa de Santa Cruz, pintada también por Goya diecisiete años después recostada con una lira y coronada con hojas de parra. En este óleo recuerda la maja vestida y una cierta reminiscencia de la Venus de Velázquez.
Otro cuadro de gran interés es el retrato de la marquesa de Lazán, doña María Gabriela Palafox y Portocarrero. La belleza misteriosa de la retratada, así como su esbelta postura, casi de recién aparecida de un fondo oscurecido, hace de esta obra femenina de Goya una de las más sugerentes y bellas. Su hermana, doña María Tomasa Palafox, marquesa de Villafranca, fue pintada también por Goya sentada, con la paleta de pintor y el pincel de pintura en su mano. Ella era miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y una gran aficionada.
El cuadro de la marquesa de Solana, doña Rita de Barrenechea, pintada de pie y con su lazo rosa en la cabeza, es una curiosa pintura que nos describe la extraordinaria personalidad de esta mujer: aristócrata pero ilustrada y bohemia por su dedicación a la literatura. Además Goya, apreciándola, consigue dibujar de manera muy atractiva a una mujer de cuarenta y cinco años en 1795; pocos meses después de retratarla fallecería doña Rita.
Por último, la belleza más conseguida de Goya en un retrato de mujer: doña Isabel Lobo de Velasco y Porcel. En este óleo de 1805 Goya retrata a la esposa de Antonio Porcel, amigo del pintor y casado en segundas nupcias con esta mujer andaluza, de Ronda (Málaga), y veinticinco años más joven que él. Estas son sólo algunas de las mujeres que Goya plasmó en un cuadro, hay muchas más; pero éstas representan el difícil equilibrio entre belleza, interés, misterio y Arte, elementos que el ser femenino conjuga extraordinariamente.
(Imagen del óleo Isabel Lobo de Velasco y Porcel, 1805, National Gallery de Londres; cuadro La marquesa de Solana, 1795, Museo del Louvre, París; óleo Marquesa de Santa Cruz, 1805, Museo del Prado, Madrid; óleo Marquesa de Villafranca, 1805, Museo del Prado; óleo de Marquesa de Lazán, 1804, Palacio de Liria, Madrid; óleo Familia de los Duques de Osuna, 1788, Museo del Prado, Madrid; todos lienzos de Francisco de Goya y Lucientes.)
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