♦♦Prólogo de Esther Tusquets♦♦
«…Vive peligrosamente todo aquel que intenta escapar a las normas establecidas… en el caso de los hombres, las normas establecidas han sido siempre tan amplias que ellos han podido permitírselo sin tener que violarlas… dice Esther Tusquets en el prólogo de este libro maravilloso y especial que ha publicado MAEVA Ediciones, Las mujeres que escriben también son peligrosas, del alemán Stefan Bollmann. Se trata de la segunda parte de otro libro igualmente hermoso, Las mujeres que leen son peligrosas, en el que el autor reúne una serie de cuadros que muestran la relación estrecha que tienen las mujeres con la lectura.
“En esta obra se ha cuidado todo, tanto el diseño interior como el exterior; la sobrecubierta y la belleza de las ilustraciones y fotografías de las autoras que aparecen; los textos y la elección de las mujeres que escriben desde el siglo XII hasta el siglo XXI hacen de este libro algo singular y bello que apetece disfrutar y compartir.”
Si nos alejamos del ámbito doméstico, muy pocos han sido los lugares reservados a lo largo de la historia para que la mujer pudiera desarrollar todas sus facultades con plenitud. La literatura tampoco permitía su acceso con libertad; era otro de los terrenos vedados que se fueron conquistando poco a poco, con esfuerzo, sacrificio y lágrimas. Muchas autoras se quedaron en el camino y aún hoy, escribir puede suponer la muerte para las pocas que se atreven a desafiar la ley establecida en países en los que su única misión es ir un paso por detrás de los hombres; donde viven ocultas y apartadas y tienen prohibido asumir papeles relevantes en la sociedad. Está claro que la lucha no habrá terminado hasta que ser hombre o mujer no diferencie la tarea que puedan realizar cada una de las personas y pase a ser un mero dato como el color del pelo. La literatura no entiende de sexo, sino de emociones, creatividad y buen hacer. No importa quién escriba, sólo cómo lo haga y lo que sea capaz de transmitir.
El libro se centra en escritoras europeas y americanas de los últimos doscientos cincuenta años, y sólo en el último capítulo aparecen siete de la literatura mundial contemporánea: Doris Lessing –“el amor es internacional”-, Paula Fox, Toni Morrison, Assia Djebar, Isabel Allende, Zeruya Shalev y Arundhati Roy.
El prólogo lo firma Esther Tusquets y en el escribe sobre Las mujeres, la literatura y la peligrosidad. Si escribir es una actividad de riesgo… si tenemos una sola vida, afirma, ¿no será lo mejor vivirla peligrosamente, arriesgándola por algo, en este caso la escritura, que de veras importe y nos importe…?
Componen el libro ocho capítulos. El primero corresponde a La lucha con el ángel y se plantea si el feminismo se ha resuelto en la actualidad. Una cita de la escritora austriaca Marie von Ebner-Eschenbach afirma que el feminismo surgió (…) cuando una mujer aprendió a leer; constata el autor que esa máxima sería mejor atribuirla a la escritura… Jane Austen –vida interior y vida exterior interactúan, coinciden o se contradicen…-, Virginia Woolf, que reivindica una habitación propia para las escritoras… porque no quiere un arte banal ni convencional…
“El mapa del amor; Casas señoriales y burdeles; De los pasos alpinos a la Villa Kunterbunt; Escribir para vivir, vivir para escribir; Escribir para resistir; París-Nueva York y El amor y el arte son internacionales…”
Hildegard von Bingen, George Sand, Las hermanas Brontë, Beatrix Potter, Miles Franklin, Karen Blixen, Milena Jesenská, Agatha Christie, Irene Némirovsky, Anne Frank, Lilli Jahn, Margueritte Yourcenar, Anaïs Nin, Simone de Beauvoir, Marguerite Duras… y tantas otras a las que debemos el avance de la novela en el mundo moderno, como afirma Henry James, está ligado al extraordinario avance de la mujer.
Gracias por conseguir que vivamos experiencias impensables; trasladarnos a lugares que ni si quiera sabíamos que existían; sentir emociones prohibidas sin asomo de culpa ni sonrojo… algo así no podía estar al margen de la vida de las mujeres a pesar del reducido círculo por el que podían moverse. Y pasaron de imaginarlo a crearlo…
Mil gracias a Celia por hacerme un regalo tan hermoso que me llevará, de nuevo, a releer viejas obras que guardo con deleite.
Sinopsis de la editorial:
La literatura ha sido tradicionalmente un terreno reservado a los hombres y, hasta bien entrado al siglo XX, las pocas mujeres que se atrevían a tomar la pluma solían utilizar seudónimos masculinos para ocultar semejante acto de rebeldía. Sin embargo, ya en el siglo XIII algunas mujeres se atrevían a escribir en un mundo en el que sólo unas poquísimas privilegiadas tenían acceso siquiera a la lectura. Esta interesante y reveladora obra, llena de ilustraciones y fotografías, propone repasar la trayectoria de las escritoras más destacadas que ha dado la historia, como las hermanas Brönte, Jane Austen, George Sand o Virginia Woolf.
Lee y disfruta de un fragmento del libro.
El autor:
Stefan Bollmann (Düsseldorf, Alemania, 1958) estudió filología, teatro, historia y filosofía antes de dedicarse a la literatura. Especialista en Thomas Mann, es editor y autor de varios libros de literatura, poesía y arte. Actualmente vive en Múnich. En España ha publicado Mujeres y libros. Una pasión con consecuencias (Planeta, 2015) y Las mujeres que leen son peligrosas (Maeva, 2017).
La traductora:
Esther Tusquets (Barcelona, 1936-2012) dirigió durante cuarenta años la prestigiosa editorial Lumen. Es autora de varias obras, entre las que se cuentan Habíamos ganado la guerra, Confesiones de una vieja dama indigna y Pequeños delitos abominables
El libro:
Las mujeres que escriben también son peligrosas (título original: Frauen, die schreiben leben, gefährlich, 2014) ha sido publicado por Ediciones Maeva. traducción de Ana Deluca Silberberg, 2017). Encuadernado en tapa dura con sobrecubierta y tiene 152 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Como complemento pongo un vídeo de la TV Ecuador en relación al libro Las Mujeres que leen son peligrosas.
Para saber más:
https://twitter.com/StefanBollmann