Las mutaciones del coronavirus: por qué no debemos alarmarnos

Por Redespress60

El coronavirus, llamado técnicamente SARS-CoV-2, está mutando, pero sigue siendo el mismo que salió de Wuhan y si se comporta diferente es, sobre todo, porque nuestra sociedad es diferente.

Es posible que hayas leído que el virus del COVID-19 ha mutado y el de España no es el mismo que el de Wuhan. Pero ¿qué tiene esto de cierto?. Quienes así lo afirman se apoyan en los resultados de un estudio de la Universidad de Valencia que ha podido leer prácticamente toda la información genética del virus (SARS-CoV-2) de un paciente español. Algunos artículos añaden que esta ha sido la primera vez que se ha leído toda la información genética del virus, sin embargo, es parcialmente falso, porque hace semanas que se ha secuenciado su genoma completo y no una, sino cientos de veces por todo el mundo. La verdadera novedad a celebrar, es que esta ha sido la primera vez que se ha hecho con un virus aislado en España. Y esa es la clave, porque comparando esas secuencias de ARN con las de otros países se ha revelado que las de Wuhan y la de España no son idénticas.

Todo muta. Todos los seres vivos lo hacen, incluso tú. Así que, es posible que, ahora mismo estés mutando. La información que ha ayudado a construirte tal y como eres, escondida en tus genes, se enfrenta a cambios constantemente. Pero, aunque suene abrumador, que algo mute solo significa que ha habido cambios en la estructura de su material genético, en tu caso el famoso ADN y en caso del coronavirus, en su ARN.

El coronavirus está mutando, ¿tengo que preocuparme?

No. Es completamente natural que el coronavirus sufra mutaciones. Los virus "viven mutando". Quizás por la influencia de la ciencia ficción, asociamos la palabra "mutación" con algo que concede superpoderes, pero en los virus es un fenómeno esperado y habitual.

¿Dónde se producen las mutaciones?

Podemos imaginarnos al coronavirus como una "pelota" formada por una capa de proteínas y grasa. Dentro de esa "pelota" se encuentra el "ARN" del virus: ese es su material genético, su "manual de instrucciones". Es en el ARN donde pueden producirse las mutaciones.

¿Conocemos el ARN del virus?

Sí, el ARN del virus es una secuencia unas 30.000 "letras" como la que veis aquí (traducidas a ADN):

¿Cómo se producen las mutaciones del ARN?

Una vez dentro de las células humanas, el virus utiliza la maquinaria celular para multiplicarse. El ARN también tiene que replicarse, y al copiarse a sí mismo a veces se producen errores. A esos errores se les conoce como "mutaciones".

Una mutación es una equivocación al copiar una de las "letras" y convertirla en otra. Por su forma de replicarse, los virus de tipo ARN como el nuevo coronavirus tienen más tendencia a cometer esos errores.

¿Conocemos las mutaciones del coronavirus?

Sí. Un proyecto llamado "NextStrain" recoge las secuencias de ARN del virus tomadas de 2.600 pacientes diferentes alrededor del mundo. Comparando las diferentes secuencias, podemos ver dónde están las mutaciones y construir una especie de "arbol genealógico" del virus.

Además, gracias a la secuenciación genética, también podemos ver cómo el virus se transmitió por el mundo:

En esta web podéis encontrar todos los detalles sobre el genoma del coronavirus y sus diferentes mutaciones.

¿Y cuántas mutaciones hemos visto en el nuevo coronavirus?

Todos los virus que han sido secuenciados se diferencian del "virus original" de Wuhan entre 0 y 20 mutaciones.

¿Que el virus mute significa que se vuelva más peligroso?

No necesariamente. La mutaciones observadas hasta ahora no tienen efectos en el funcionamiento del virus. De hecho, hay un argumento evolutivo para que los virus se vuelvan menos peligrosos en sus mutaciones: si, por ejemplo, la nueva "variedad" del virus mata demasiado rápido a su huésped, los virus tampoco irán a ningún sitio, pues necesitan a su huésped para reproducirse y transmitirse al siguiente.

Además, un cambio en las características del virus (como por ejemplo su capacidad de transmisión o su letalidad), puede depender de la modificación de múltiples genes, lo que requiere muchas mutaciones complementarias.

Las mutaciones más importantes serían las que afecten a la zona que codifica la llamada proteína "S", que corresponde a los "pinchos" del coronavirus. El "pincho" es lo que utiliza el virus para introducirse en las células humanas y también el elemento que nuestro sistema inmunitario reconoce para luchar contra él. Si cambiase mucho esa región, podría ocurrir que una vacuna frente a una "variedad" del coronavirus no fuese efectiva frente a otras variedades. Por los análisis realizados hasta ahora, estamos lejos de eso ocurra.

Como explica este artículo recién publicado en la revista Nature Microbiology, habrá que seguir estudiando en detalle las mutaciones del coronavirus, pero no deberíamos obsesionarnos con los titulares alarmistas al respecto.

Fuentes e imágenes: Público // La Razón