Si de pronto se terminara todo el aire de la habitación donde ahora mismo se encuentra el lector de este blog, seguramente este texto dejaría de interesarle porque su prioridad sería respirar. Sobrevivir sería su única motivación.
Como en este momento el lector tiene aire, pues respirar no es algo que lo motive. Sus necesidades están satisfechas. Y las necesidades satisfechas no motivan.
No hay nada tan motivador como las necesidades insatisfechas.
Es indudable que la supervivencia física es nuestra primera prioridad. Pero la segunda prioridad es la supervivencia psicológica, nuestra necesidad de ser comprendido, afirmado, valorado y apreciado.
Necesitamos aire para respirar, pero también necesitamos “aire psicológico” y este aire psicológico está nutrido por la empatía, la escucha activa y todo lo que afecta a la comunicación e inter-relación con otros individuos.
La comunicación nos ayuda a identificarnos y actuar de forma comunitaria formando parte de un sistema de relaciones en sincronía con nuestra motivación. Y el emprendimiento es precisamente una forma de lograr la sincronización entre nuestra motivación y nuestros actos.
Para ayudarnos en esta sincronía contamos con las valiosas “neuronas espejo”. Estas neuronas se encuentran en las zonas del cerebro encargadas del lenguaje y la comprensión .
Las neuronas espejo son células nerviosas que, bajo ciertos estímulos, se activan y descargan información. Los últimos experimentos de la neurocirugía han demostrado que cuando observamos a otro individuo realizando una acción, somos capaces de reproducir la misma actividad neuronal que quien está ejecutando la acción.
Las neuronas espejo tienen una especial relevancia en los procesos de re-invención y emprendimiento. Un programa de apoyo al emprendimiento como el que desarrolla MOTIVIA permite a los emprendedores reconocerse como los individuos insatisfechos y hambrientos neuronales que son.
Los emprendedores que trabajan juntos pondrán en marcha no sólo una sinergia organizativa, sino también una capacidad neuronal extraordinaria que les permitirá:
- Elaborar relatos cognitivos para interiorizar sus objetivos.
- Realizar un aprendizaje imitativo por observación de los otros.
- Activar su voluntad buscando la acción-ejecución.
- Relacionar percepciones, conceptos y acciones.
- Convertir sus acciones en huellas de la memoria.
Cuando nos sentimos insatisfechos, buscamos un nuevo modelo de acción, un nuevo aire que respirar. Orientamos nuestros esfuerzos a la consecución de nuevas respuestas. Y en este esfuerzo por re-orientar nuestra acción vital, las neuronas espejo nos permiten desarrollar la empatía imprescindible para formar parte de un sistema de relaciones en sincronía.