Las niñas y las bicis

Publicado el 18 octubre 2013 por Misafueras
Una niña, Wadjda, madura como pocas en Riad, decide que quiere tener una bicicleta, algo que les está vetado a las mujeres porque algunas mentes retorcidas un día decidieron que no era un juguete apropiado para las niñas. Ante su incomprensión de muchos de los aspectos del entorno islámico en el que vive, Wadjda, de 10 años, se rebelará a su manera y luchará por ser libre.
La primera película dirigida por una mujer en Arabia Saudí se ha atrevido a exponer con valentía que en aquella sociedad fallan muchas cosas. Dar alas a las mujeres y despojarlas de tantas y tantas trabas es la clave del cambio en muchos países como el suyo. Ayer, viendo La bicicleta verde, de Haifaa Al-Mansour, supe que en países donde muchos se empeñan en interpretar el Corán de una forma desfigurada (desgraciadamente, todos en los cuales el islam es la religión mayoritaria), también existen personas que relajan su mirada sobre la religión y la enfocan en sus ilusiones e intereses. Son espíritus libres, como el de Wadjda, o espíritus que se plantean un cambio, como el de su madre, a la que su padre ha repudiado porque no podrá tener hijos y, por tanto, nunca podrá darle un hijo varón.
Podría decirse que esta niña lleva a cabo una rebelión espontánea contra lo que no entiende y que para ella no es ni sensato ni claro. Podría describirlo de muchas formas: normas sociales que hacen infelices a muchas personas o las convierten en zombies sin voluntad, imposiciones impenetrables, ceños arrugados ante una muestra de humanidad o el asomo de un milímetro de singularidad. Todo eso es lo que empobrece al pueblo que queda sometido a la más trastornada arbitrariedad.
En fin, admito que, de niño, no era tan frecuente ver niñas montando en bici como lo era ver a niños. Puede que esta sociedad en la que vivo tuviera algo que ver con la que veo en esta película. Puede que aquí también fallasen muchas cosas. Antes y ahora.