Vetusta Blues. -
“Las noches mateínas del Paraguas”
Contemplo con estupor cómo la programación de las próximas fiestas de San Mateo consigue superarse de tal modo que uno puede afirmar que es la peor de las últimas tres décadas, justo de donde parece haber salido en una especie de incursión en el túnel del tiempo que más bien es una indeseada pesadilla con destino 1986. Es lo que sucede cuando se pone en manos de un incompetente, analfabeto musical, verdadero sordo, una materia tan delicada, rica y diversa como es la música. Ese “hombre oculto” en su puesto de la SOF al que padecimos durante las décadas del régimen gabinista en la ciudad y que ha vuelto con fuerza aclamado por el concejal de cultura que ha fiado su suerte a un criterio nulo y muy arbitrario que no obedece a nada razonable en términos musicales ni atiende a los consejos de quienes hemos dedicado nuestra vida a esto. Realmente, a uno no le importaría si este individuo no llevara jugando años -primero con Gabino de Lorenzo, ahora auspiciado por Roberto Sánchez Ramos, qué curioso- con el dinero de todos los ovetenses que reclaman a gritos no ser menos que los habitantes del resto de la Cornisa Cantábrica en esto de una programación coherente y de calidad para algunas de las actuaciones de sus fiestas patronales.
Dado que el desastre ya está perpetrado en la peor tradición de lo ya visto durante muchas décadas, aún queda una pequeña posibilidad de, al menos, entregar unas pequeñas migajas a un público ansioso de disfrutar de actuaciones de calidad en sus fiestas. Dado que el concierto de Manu Chao se ha suspendido -¡otra de las características de la “gestión” de este “hombre oculto” bien conocido de todos los promotores del Principado que no osan ofertarle nada pues conocen sus prácticas de reventa posterior!- bueno sería que el dinero se destinara a un espacio que brilló con luz propia en la programación mateína hace unos años. Me refiero a la plaza del Paraguas por donde pasaron grupos de toda condición y estilos en un entorno encantador. Recuerdo ver a grupos como La Villana, Blues & Decker, La Bande, Nacho García o Peralta, con un sonido perfecto, sin estridencias innecesarias, percibiendo el inmejorable ambiente de la gente que acude a disfrutar de un buen concierto, no como me temo que serán muchas de las atracciones de este flashback 1986 que nos proponen en la plaza de la Catedral, que se convertirá en una absurda zona de tránsito y desinterés.
Uno quiere creer que esto será posible, pero me temo que no se hará realidad por muchas voces que se alcen a favor. Si algo caracteriza al sordo “hombre oculto” es precisamente eso: no escucha consejo alguno ni le interesa. Él, a lo suyo. Él está preocupado en otro tipo de aspectos. ¿Calidad? Es deleznable ver cómo se maneja caprichosamente dinero público para satisfacer un ego personal sin contar con nadie más que con quien le ha otorgado una inmerecida confianza, entregando unas pequeñas migajas a promotores musicales que se parten el pecho todo el año y regalando a los ovetenses una programación musical para las fiestas tercermundista, desfasada y sin ningún criterio defendible, humillando a la práctica totalidad de los autores de la rica escena musical asturiana, llevándonos a una espiral espacio-tiempo impropia de 2016 y repitiendo actuaciones ya vistas por doquier incluso en la propia geografía asturiana.
MANOLO D. ABADFoto: PACO WALKS SOFTLYPublicado en el diario "El Comercio" el miércoles 3 de agosto de 2016