Las nubes de gas y polvo interestelar son la materia prima de la cual se componen las estrellas. Pero esos diminutos granos de polvo bloquean nuestra visión de lo que se encuentra dentro y detrás de las nubes -al menos en longitudes de onda visibles-dificultando la observación del proceso de formación estelar.
Este es el motivo por el cual los astrónomos necesitan utilizar instrumentos capaces de ver en otras longitudes de onda. En longitudes de onda submilimétricas, en lugar de bloquear la luz, los granos de polvo brillan debido a su temperatura unas decenas de grados por encima del cero absoluto.
Estrellas jóvenes calientes
Esta nueva y espectacular imagen muestra solo una parte de un complejo mayor llamado la Nube Molecular de Orión, en la constelación de Orión (El Cazador). Esta región, una rica mezcla de brillante nebulosa, estrellas jóvenes calientes y nubes de polvo frío, tiene un tamaño de cientos de años luz y se encuentra a unos 1.350 años luz de nosotros. En esta imagen, el brillo del rango submilimétrico, procedente de las nubes de polvo frío, se ve en colores anaranjados, y está superpuesta sobre una imagen de la región tomada en luz visible.
La gran nube brillante de la parte superior derecha de la imagen es la conocida Nebulosa de Orión, también llamada Messier 42. Es fácilmente visible a simple vista y se identifica como la ligeramente difusa “estrella” central en la espada de Orión. La Nebulosa de Orión es la parte más brillante de una enorme guardería estelar en la que están naciendo estrellas nuevas, y es el lugar de formación estelar masiva más cercano a la Tierra.
Las nubes de polvo forman hermosos filamentos, láminas y burbujas como resultado de procesos que incluyen el colapso gravitatorio y el efecto de los vientos estelares.
Fuente: abc ZONA-CIENCIA