He visto el video un viaje de veces. Como psicosis, pero con madre viva y sin moño. El señor decano –nada menos que de psicología de la Universidad de Sevilla, Antonio Aguilera-, con su proverbial voz emplumada y gesto manierista, se enfrenta a unos activistas diciendo que “yo no voy a casa del homosexual para sanarlo, no es esa la idea; pero si a mi consulta viene alguien que me pide ayuda en ese sentido, tengo la obligación…”. El viejo cuento homofóbico de siempre, señor decano. A su consulta puede ir una persona gay que no se acepta a sí misma, que se está descubriendo con esta orientación sexual… El problema no está en la persona, sino en usted, que, a lo que parece, afrontará el “caso” como si la homosexualidad fuera una enfermedad, cuando la que en realidad está enferma es la persona que padece homofobia.
El caso del decano Aguilera es preocupante: tiene bajo su responsabilidad el futuro formativo y profesional de muchos estudiantes, futuros psicólogos. ¿En manos de quién está nuestra juventud? Aguilera recomienda libelos sobre cómo sanar la homosexualidad y –muy profesional él- se pasa por el forro lo que piensa la OMS o la Asociación Psiquiátrica Norteamericana, que descatalogaron la homosexualidad de la lista de enfermedades.
A Aguilera, no lo duden, se la trae al fresco el sufrimiento de tantas personas no por descubrirse homosexuales sino por estar descubriéndolo en una sociedad enferma de homofobia. A Aguilera, estoy convencido, lo que le ocupa y le preocupa es el Movimiento Cultural Cristiano al que pertenece, organización de la derecha eclesiástica, muy presente en Sevilla desde hace décadas, y que sigue fielmente las consignas de ese otro paladín de las libertades que es el papa.
Es terrible, es preocupante, es trágico que la educación de nuestros estudiantes se deje en manos de los aguileras que en el mundo son, más preocupados de su bocado de eternidad y sus misas de doce que de la vida que bulle a su alrededor. Si es que no se enteran, cegados como están en su mundo donde, en lugar de aire, respiran consignas y mandamientos.
Vean el video, sin desperdicio.
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