Ya vamos por la quinta entrega de ocurrencias ¡y las que me dejo en el camino!...
La siguiente anécdota me deja en evidencia como ama de casa pero le echaré valor.
El otro día el suelo de la cocina parecía un dálmata, al día siguiente vendría Maribel (un crack de mujer que nos deja la casa lustrosa en tiempo récord) y me daba vergüenza que viese el suelo así con lo que fregué y dejé la fregona cruzada para que no pasase LittleAna mientras el suelo estuviese húmedo.
Ana va por el pasillo y ve el cubo y la fregona:
-Mamá ¿has dejado tú ahí los juguetes de Maribel?-
Me dejó sin palabras y con una gotita de sudor cayendo por la frente.
Ana tiene en su habitación una hucha que le regaló su abuela. Mi hija la suministra de dinero de dos formas: cogiendo la calderilla que ve por casa (previo consentimiento de su padre) o de las monedas que le saca su padrino -aka el tío Javichu- de detrás de las orejas.
Hace sólo unos días, con la visita los tíos Jacinto y Tere, descubrí su lucrativa tercera táctica:
Jacinto: -Ana, tienes una habitación preciosa-
Ana: -Si-
Jacinto: - ¿Y qué puzzle más bonito... anda, que cuadro...-
Ana interrumpe: -Y una hucha, ¿tienes monedas?- Así, sin paños calientes
LittleAna es una chica muy presumida y le pirran las faldas y los vestidos. Cuando se los probamos ella posa feliz, da vueltas, baila y nosotros le decimos lo guapísima que está.
Un día, para alegría de Ana, pedimos comida china justo después de probarle una falda nueva:
-Mamá, le voy a enseñar la falda al chino para que me diga que estoy muy guapa-
-Ana, no te lo va a decir... no le molestes-
A la media hora llaman al timbre, abro la puerta para recoger el pedido y Ana se pasea por el hall, como quien no quiere la cosa, blandiendo un rotulador con mucha gracia y bailoteo.
El chino: -Oh, que boli más bonito-
Ana da una vuelta dándole vuelo a la falda y con una sonrisa radiante.
El chino: -Oh, y que guapa-
Ana: -¡Ves mamá!- y se retira.
Imaginaos mi cara, me dejó boquiabierta... se cameló al repartidor para conseguir su objetivo pero sin duda disfrutó más haciéndome ver que ella tenía razón (con ese "ves mamá") que con lo de que le llamasen guapa... ¡eso ya lo sabía ella!.
See you later alligator!