"Las olas" el cine español resurge con heridas sin cicatrizar

Publicado el 04 julio 2011 por Fimin

Ha sido la gran vencedora este fin de semana en el prestigioso Festival de Moscú, certamen en el que además de alzarse con el premio principal, se ha llevado el Premio al Mejor Actor  para el veterano Carlos Novoa. Lo ha hecho gracias a una emocionante historia sobre la soledad de la gente cuyo dolor no disminuye puesto que la tragedia que vivieron no fue reconocida. Son "Las olas" de Alberto Morais, responsable también de la excelente "Un lugar en el cine," que por fin otorgan el merecido reconocimiento para su director con el Jorge de Oro, máximo galardón que concede el Festival de Cine de Moscú, uno de los más antiguos del mundo. Así son "Las Olas."

Miguel está viejo, le faltan reflejos y padece cierta narcolepsia. Después del funeral de su esposa, pone en marcha los preparativos de un viaje largo tiempo esperado. Quiere volver a un lugar donde perdió demasiadas cosas, casi todas irrecuperables; desde su compañera Emilia, hasta un modo de entender el mundo. Todo eso quedó sepultado bajo la arena de Argelès-sur-Mer, en el sur de Francia. Al despertar de uno de sus microsueños alguien llama al teléfono. Es su hijo Julio, que preocupado, quiere ir a por él. Esto precipita los planes de Miguel, que ha de ponerse en marcha antes de lo previsto.

Su viaje tiene como primera parada Zaragoza, lugar del que se fue hace tiempo y en el que vive su hijo, al cual nunca ha visitado. Miguel prosigue su viaje, internándose en su memoria, a través de ensoñaciones que le hacen recordar momentos en los que huía a Francia y buscaba a Emilia. Él, ya viejo, interactúa con esos fantasmas de su pasado, con esos sucesos que ya no puede cambiar, sólo observar desde la distancia. Una compañera accidental, Blanca, con la que vive una parte de su retorno a Argelès, es el único personaje de esta historia que hace despertar a Miguel. Aunque la relación con Blanca es fugaz, es suficiente para Miguel, que ya no está tan solo.

Miguel, que durante todo este tiempo intenta contactar con su amigo Fernando, por fin lo encuentra. Fernando fue un compañero de fatigas, de juventud, que ya nada tiene que ver con él. Dos viejos que se enfrentaron al horror de manera diferente. Al final del camino, Miguel pasea por las calles del pequeño pueblo de Argelès, un lugar que quizá no pueda dar respuesta a todas las preguntas que esta historia se hace.