Las otras 7 finales de Copa disputadas por el Sevilla

Publicado el 20 mayo 2016 por Sebarili


El Sevilla FC afrontará la que será su octava final de Copa del Rey este domingo (21.30) en el Estadio Vicente Calderón. Ante la proximidad de la cita frente al FC Barcelona, en esta entrada recordaremos, con todo lujo de detalles, las anteriores siete finales que el Sevilla ha disputado en esta competición.

El Sevilla FC en la Copa del Rey


El Sevilla FC es un equipo con una gran tradición en la Copa del Rey. Quince son los clubes que han alcanzado la gloria en esta competición a lo largo de la historia, donde destacan, por encima del resto, el FC Barcelona (27 títulos y 10 subcampeonatos) y el Athletic de Bilbao (23 títulos y 14 subcampeonatos). El Sevilla ocupa el séptimo puesto en cuanto a palmarés (5 títulos), siendo superado únicamente por Zaragoza (6), Valencia (7), Atlético de Madrid (10), Real Madrid (19), Athletic (23) y Barcelona (27).

Tras décadas de sequía en la Copa del Rey, el conjunto hispalense ha conseguido recuperar el esplendor de épocas pasadas en este siglo XXI, donde ha conquistado dos nuevos títulos (en 2007 y 2010) que añadir a su sala de trofeos y ha alcanzado las semifinales hasta en siete ocasiones (2004, 2007, 2009, 2010, 2011, 2013 y 2016).

El Sevilla ha disputado hasta siete finales de la competición con anterioridad a la que tendrá lugar el próximo domingo en el Vicente Calderón y que le enfrentará con el Barcelona. En cinco de esas siete finales, el Sevilla se proclamó campeón. A continuación, repasamos todas las finales que el conjunto hispalense ha disputado hasta el momento:

Copa del Presidente de la República (1935)

El Sevilla, prácticamente un recién ascendido en la máxima categoría, accedió a la final del torneo tras apear a Real Madrid, Atlético de Madrid y Osasuna. Por otra parte, el otro finalista, el Sabadell, que militaba entonces en segunda división, se deshizo de Celta de Vigo, Betis y Levante. La final del torneo se disputó en el viejo Chamartín.

El Sevilla, entrenado por Ramón Encinas, presentó el siguiente once inicial en la gran final: Eizaguirre, Euskalduna, Deva, Alcázar, Segura, Fede, López, Torróntegui, Campanal, Tache y Bracero.

El conjunto nervionense se impuso con autoridad al Sabadell con un resultado favorable de 3-0, con tantos de Campanal (por partida doble) y de Bracero. Además, el sevillista Euskalduna falló un penalti cuando aún persistía el empate a cero en el marcador. Curiosamente, el equipo amateur del Sevilla también se proclamó campeón de España tras vencer por 6-1 al Ciosvín de Vigo.

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El recibimiento a los dobles campeones en Sevilla fue apoteósico. La ciudad entera se echó a la calle para festejar la doble gesta. El presidente sevillista, Ramón Sánchez Pizjuán ofreció los dos trofeos conquistados al alcalde y ambos equipos recibieron un merecido homenaje en el hotel Andalucía Palace. Según cuentan, la fiesta duró varios días en la capital andaluza...

Sevilla 6-2 Racing de Ferrol

Esta edición del torneo fue la primera tras la Guerra Civil, por lo que tras caer la República, pasó a denominarse Copa del Generalísimo. Desde que el Sevilla se había proclamado campeón del torneo en 1935, tan solo se disputó una edición más de la competición, la de 1936, en la que salió victorioso el Real Madrid.

El Sevilla se plantó en la final del torneo tras eliminar a Ceuta, Aviación y Alavés. Su rival en la conquista del título, el Racing de Ferrol, apeó únicamente a Real Sociedad y Barakaldo, pues pasó automáticamente a los cuartos de final. El encuentro que decidiría el ganador se disputó en Montjuic.

El conjunto sevillista, dirigido por Pepe Brand, presentó la siguiente alineación en la final del torneo: Bueno, Cayuso, Villalonga, Torróntegui, Félix, Leoncito, López, Pepillo, Campanal, Raimundo y Berrocal.

Los nervionenses desplegaron un fútbol espectacular durante la primera parte del encuentro, siendo completamentes superiores a su rival de principio a fin y marchándose al descanso con un incontestable 5-0. En la segunda mitad, el Ferrol redujo las distancias en el marcador con dos tantos de Silvosa y los sevillistas firmaron el sexto y último gol de aquella final.

Resulta curioso que las crónicas de la época sean contradictorias en cuanto a los autores de los goles por parte del Sevilla. Un gol anulado a Campanal y un posible rebote en uno de los tantos podrían justificar esa disparidad. La versión más generalizada (hay coincidencias en distintos medios) apuntan que los tantos sevillistas llevaron la firma de Raimundo, Campanal, Torróntegui, Raimundo, Berrocal y Campanal, por ese orden. Sin embargo, en otras crónicas de la época se afirma que Campanal consiguió un hat trick y que Pepillo también marcó, al menos un tanto, en detrimento de alguno de los anteriores.


Sea como fuere, el Sevilla, una vez más, se alzó con el título de campeón de España tras vencer brillantemente al Ferrol en la final de la competición.


El General Moscardó, en nombre del Jefe de Estado, fue el encargado de entregar el trofeo al capitán del Sevilla, Guillermo Campanal. Dicho trofeo pasó a ser propiedad del club por ser el primero que se disputaba con la denominación de Copa de S.E. el Generalísimo. Con la guerra aún presente en la memoria de todos los presentes, no hubo grandes celebraciones sobre el terreno de juego tal como ocurriera cuatro años atrás.

A su regreso a Sevilla, los futbolistas nervionenses llegaron a la ciudad montados sobre el techo del autobús, recibiendo el clamor de todos los aficionados durante el recorrido que hicieron desde la Puerta de Jerez hasta el Ayuntamiento, donde fueron recibidos por el alcalde de la ciudad. La música de la Banda Municipal también acompañó a los futbolistas del Sevilla durante todo el trayecto.

Sevilla 4-1 Celta de Vigo

El Sevilla, que un par de años atrás se había proclamado campeón de Liga, llegó a la final tras eliminar a Athletic de Bilbao, Castellón y Real Sociedad. El otro finalista de la competición, el Celta de Vigo, apeó a Ferrol, Atlético de Madrid y Espanyol. La final tuvo lugar en el estadio de Chamartín.

El Sevilla, dirigido por Patricio Caicedo, presentó el siguiente once inicial sobre el terreno de juego: Busto, Joaquín, Belmonte, Alconero, Antúnez, Eguiluz, Pineda, Arza, Mariano, Doménech y Campos.

Curiosamente, la final de Copa coincidió con la jornada final de la Vuelta a España de ciclismo, que concluyó precisamente dentro del estadio Chamartín, en los prolegómenos del encuentro, por lo que el ambiente en las gradas fue espectacular.

En cuanto al partido, el conjunto sevillista fue muy superior a su rival, exceptuando los primeros diez minutos, en los que el Celta aprovechó para ponerse por delante en el marcador. Pocos minutos después, el Sevilla empató gracias a un tanto de Mariano, estableciendo así el 1-1 en el marcador, resultado que se mantendría hasta el descanso.

Tras la reanudación, el Sevilla, tácticamente perfecto, bordó su juego y demostró tener una condición física muy superior a la de su rival. Mariano logró dos nuevos tantos, completando así un hat trick, y Arza hizo el cuarto y definito gol, estableciendo el 4-1 en el marcador. Así, el conjunto nervionense se proclamaba campeón de España por tercera vez en su historia.

Una vez más, el recibimiento de la ciudad a los campeones fue espectacular. En el trayecto de Madrid a Sevilla, la expedición sevillista se desvió hacia Alcalá de Guadaíra, la localidad natural del capitán del Sevilla (Joaquín). Posteriormente, tras hacer varias paradas por todos los pueblos por donde pasaban, se dirigieron a la Cruz del Campo, donde Ramón Sánchez Pizjuán y su directiva se sumaron al triunfal paseo en tres coches de caballo hasta llegar, junto a los jugadores, al Ayuntamiento de Sevilla. Una vez allí, el presidente ofreció el título conseguido a los seguidores y después, todos los artífices de la reciente gesta saludaron desde el balcón del Ayuntamiento a las miles de personas que allí se congregaron.

El Sevilla se encontró en el camino a la final con la Cultural Leonesa, Valencia y Real Madrid. Su rival, el Athletic de Bilbao, había eliminado a Murcia, Hércules y Barcelona. La final, nuevamente, se disputó en el Estadio de Chamartín, que recientemente había sido renombrado como Santiago Bernabéu.

El Sevilla, dirigido por Helenio Herrera, presentó la siguiente alineación en la final: Busto, Guillamón, Campanal II, Valero, Pepín, Enrique, Liz, Arza, Quirro, Doménech y Loren.


El conjunto sevillista, que había conseguido vencer en todas las finales que había disputado hasta el momento, afrontaba su cuarta final de Copa ante 125.000 personas, todo un auténtico récord para la época.

En cuanto al partido, el Athletic de Bilbao jugó un gran encuentro y generó más peligro que el Sevilla durante la mayor parte del mismo. En el minuto 70, Uribe hizo el gol que le acabaría dando el título al Athletic.
Por primera vez en su historia, el Sevilla tuvo que conformarse con ser subcampeón de Copa, cerrando así una campaña bastante exitosa para el conjunto hispalense.

El Sevilla llegó a la final del torneo tras eliminar a Celta de Vigo, Betis, Tenerife y Valencia. Su rival, el Real Madrid alcanzó la final tras derrotar a San Sebastián (Real Sociedad B), Elche, Barcelona y Zaragoza. El encuentro de la final, como venía siendo costumbre, se disputó en el Santiago Bernabéu, con la consiguiente ventaja que ello suponía para el equipo de la capital española.

El pase a la final significó la clasificación para el Sevilla a la Recopa de Europa, ya que el Real Madrid había ganado la Liga y disputaría la Copa de Europa. El conjunto sevillista, dirigido por Antonio Barrios, saltó al terreno de juego del Santiago Bernabéu con el siguiente once inicial: Mut, Juan Manuel, Campanal II, Luque, Ruiz Sosa, Achúcarro, Mateos, Moya, Areta, Diéguez y Agüero.

La gran final fue, probablemente, el primer partido que se televisó en directo en España. Sin embargo, diversos fallos técnicos interrumpieron la retransmisión durante un buen puñado de minutos. El Real Madrid, al jugar en su estadio, contó con más apoyo por parte del público asistente, no obstante, fueron muchos los aficionados sevillistas que se desplazaron para acompañar y animar a su equipo.

El infortunio del Sevilla durante el encuentro impidió la conquista de su cuarto campeonato de España. Las distintas crónicas de la época coincidieron en señalar al Sevilla como el mejor equipo sobre el campo.

El conjunto sevillista se puso por delante en el marcador a los pocos minutos de iniciarse el segundo periodo con un golazo de Diéguez. El Sevilla resistió bien hasta que, cuando apenas restaban diez minutos para el final, el colegiado del encuentro, señaló el punto de penalti tras una más que dudosa caída de Gento ante Campanal II. Puskas convirtió la pena máxima y puso las tablas en el marcador.
No acabaría ahí la mala fortuna del Sevilla, pues apenas tres minutos después, el conjunto nervionense tuvo una inmejorable ocasión de ponerse por delante nuevamente en el marcador con un penalti señalado a su favor. Sin embargo, el exmadridista Mateos disparó demasiado flojo y Araquistáin consiguió atajar el esférico, desbaratando el tanto que muy probablemente le habría dado al Sevilla el trofeo.
A un minuto del final y cuando todos pensaban que el encuentro se decidiría en la prórroga, Puskas hizo el segundo tanto tras una jugada embarullada y finalmente, el Real Madrid se alzó con la Copa del Generalísimo que faltaba en el palmarés de futbolistas de la talla de Gento, Puskas y Di Stéfano.

Imágenes del partido (click en ellas para ampliar):


El Sevilla perdía así su segunda final copera en siete años, sufriendo un revés muy doloroso, que con el paso de los años se enquistó, hasta que 45 años después, el conjunto hispalense se hiciera, al fin, con el cuarto título de Copa, que tanto se hizo de rogar en el pasado, dando todo un baño de color a las imágenes de un nuevo éxito sevillista en la Copa del Rey.


El Sevilla accedió a la final del torneo tras eliminar a Gimnástica Segoviana, Rayo Vallecano, Betis y Deportivo de La Coruña, mientras que su rival en la final, el Getafe, eliminó a Xerez, Valencia, Osasuna y Barcelona, a este último, con una espectacular remontada en el partido de vuelta.

La final de la Copa del Rey ponía el broche de oro a una magnífica temporada del Sevilla, que un mes antes se había proclamado campeón de la Copa de la UEFA por segunda vez de forma consecutiva. Además, aquella final suponía el encuentro nº 63 de la temporada para el Sevilla, todo un récord.


El conjunto sevillista, dirigido por Juande Ramos, saltó al terreno de juego con la siguiente alineación: Palop, Dani Alves, Escudé, Javi Navarro, Dragutinovic, Puerta, Renato, Poulsen, Jesús Navas, Kanouté y Luis Fabiano.

El partido se disputó en el Santiago Bernabeú, con 50.000 gargantas sevillistas en la grada (se estima que viajaron sobre 85.000 sevillistas a la capital, siendo uno de los mayores desplazamientos de la historia).

Fue un encuentro vibrante, en el que Palop salvó a su equipo tras salir airoso en un mano a mano contra Guiza, y Kanouté, poco después, hizo el gol de la victoria tras una cabalgada espectacular hacia la portería del Getafe. El Sevilla cuajó un partido muy sólido y el Getafe apenas logró crear peligro, por lo que el tempranero gol de Kanouté fue suficiente para que el Sevilla consiguiera un doblete histórico en aquella campaña.


El sevillismo celebró por todo lo alto la conquista del cuarto título que conseguía en poco más de un año. Por si esto fuera poco, la alegría fue doble, puesto que el filial también celebraba su ascenso a segunda división.

Miles de aficionados recibieron a la expedición sevillista a su llegada a la estación de Santa Justa y el equipo al completo, sobre un autobús sin techo, fue agasajado por el sevillismo, que se echó a las calles en masa. El itinerario duró varias horas e incluyó paradas en la Puerta de Jerez, la Catedral y en el Ayuntamiento, para posteriormente, cerrar los actos de celebración en la explanada del Gol Sur del Sánchez Pizjuán.

Sevilla 2-0 Atlético de Madrid


En su trayectoria hacia la final del torneo, el Sevilla se cruzó con Ciudad de Lorquí, Barcelona, Deportivo de La Coruña y Getafe. Su rival, el Atlético de Madrid, había eliminado a Marbella, Recreativo de Huelva, Celta de Vigo y Racing de Santander.


Esta edición de la Copa del Rey fue la del famoso "Alcorconazo", y por supuesto, la del sombrero de José Mª Del Nido, la famosa mascota negra que le sirvió como talismán al presidente sevillista en la sorprendente victoria del Sevilla en el Camp Nou (1-2), en el encuentro de ida de los octavos de final, y que desde entonces, acompañó al equipo en la Copa del Rey, incluida la final, donde todos los aficionados fueron ataviados con el famoso sombrero, precisamente, en el Camp Nou, donde el Sevilla puso el broche de oro a una magnífica temporada, conquistando la quinta Copa del Rey que reposa en sus vitrinas.


El Sevilla, dirigido por Antonio Álvarez (aunque Manolo Jiménez fue el entrenador que clasificó al equipo para la final), presentó la siguiente alineación en la final: Palop, Konko, Squillaci, Escudé, Luna, Zokora, Renato, Diego Capel, Jesús Navas, Kanouté y Negredo.


El Sevilla se adelantó en el marcador con el tempranero gol de Diego Capel y supo conservar el resultado durante todo el encuentro ante un buen Atlético de Madrid, que acababa de conquistar la Europa League. El choque fue particularmente intenso, con momentos de tensión hasta el final, donde otro canterano sevillista, Jesús Navas, sentenció el encuentro al marcar el 2-0 definitivo.

El conjunto nervionense había conseguido su quinta Copa del Rey, dedicada, como no podía ser de otra forma, a Antonio Puerta. Además, el trofeo pasó a ser propiedad del club posteriormente, gracias al éxito de España en el Mundial y a la magnífica gestión llevada a cabo por el club.