Las ovejas no pierden el tren (españa, 2015)

Publicado el 26 enero 2015 por Manuelmarquez

* Precrítica de 'Las ovejas no pierden el tren' (España, 2015), de Álvaro Fernández Armero, con Inma Cuesta y Raúl Arévalo.-


Tras varios años de 'exilio' en el medio televisivo (el mismo exilio que ha tenido que vivir buena parte de la profesión en este país, castigada por una crisis pavorosa), después de un prometedor comienzo en la pantalla grande, con títulos de corte comercial inequívoco, Álvaro Fernández Armero vuelve a asomar a las carteleras españolas con una comedia, 'Las ovejas no pierden el tren', que aspira a hacer buena carrera en la taquilla al calor del buen momento que, desde el punto de vista del favor del público, parece vivir un género que, en cualquier caso, siempre se ha contado entre aquellos que nuestro cine ha manejado con más frecuencia y desenvoltura (y, además, dato que no hay que perder de vista, cuenta con el potente respaldo financiero de las cadenas televisivas generalistas, que han visto en el mismo un nicho potencial de beneficio nada desdeñable). En ese sentido, la apuesta no parece excesivamente arriesgada, aunque tampoco es fácil garantizar buenos resultados, especialmente cuando no es ésta época del año en la que se suelan dar taquillazos espectaculares.
La cinta sitúa al frente de su reparto a una pareja protagonista, la formada por Inma Cuesta y Raúl Arévalo, que ya constituye un gancho más que notable; Arévalo es, a día de hoy, uno de los actores de referencia del panorama cinematográfico español, curtido tanto en cine como en televisión, y dotado de una vis cómica que lo emparenta (tiempo al tiempo...) con la estirpe de los más grandes del genero, y su partenaire, además de una belleza deslumbrante, ya sorprendió a propios y extraños con la frescura tremenda de su desempeño en la interesante 'Tres bodas de más'. Acompañados de un elenco de secundarios de gran nivel (nombres como los de Candela Peña, Alberto Sanjuán y Kiti Manver son toda una garantía), tendrán que dar soporte a una trama que juega a combinar sonrisas y reflexiones, muy en esa línea de 'comedia madura' a la que ha venido a dar carta de naturaleza en los últimos años el cine de Daniel Sánchez Arévalo, no siempre redondo en sus formulaciones y resoluciones dramáticas globales, pero chispeante e imaginativo a la hora de poner sobre el tapete personajes y situaciones puntuales. Si lo consigue, o no, se podrá comprobar a partir del próximo día 30.
* Apuntes sobre el cine que viene LXXIII.-