"He comprobado que las personas olvidan lo has dicho y lo que has hecho, pero jamás olvidan cómo has hecho que se sientan".
Las palabras, para bien o para mal, poseen un inmenso poder.
Depende de nosotros elegir qué semilla cultivar en el campo de nuestro lenguaje porque las palabras no se las lleva el viento, dejan huella, una huella que influye tanto a quien la recibe como a quien la profesa.(...)
Con las palabras podemos:• Elegir sanar o herir
• Elegir afirmar o rechazar
• Elegir inspirar o sofocar
• Elegir alabar o criticar
• Elegir apreciar o menospreciar
• Elegir alentar o desalentar
• Elegir concentrarnos en nuestros puntos fuertes o en nuestros puntos débiles.
En las palabras va la esencia de la fuerza y la energía, sus ecos dependen de la forma de transmitirlas.