De niños no lo entendemos pero hay palabras que nos van a cambiar la vida por el simple hecho de ser pronunciadas.
ESTÁS DESPEDIDO.
NO TE AJUSTAS AL PERFIL.
ESTÁS SOBRECUALIFICADO PARA ESTE PUESTO DE TRABAJO.
Palabras que no sabemos sin son buenas o malas.
Palabras que te van a hacer sentir un escalofrío por toda la columna vertebral cuando salen de la boca oportuna. La primera vez que te digan TE QUIERO de verdad y tú también le quieras verás de lo que te hablo.
Palabras que te dirán a quién le importas de verdad sobre todas las cosas. Porque esa amiga que se despide de ti de noche siempre dice:
LLAMA CUANDO LLEGUES.
Palabras que lo cambian todo para siempre. Que te pueden hacer correr en dirección contraria o abrazarte al cuello del emisor cuando te dice:
CÁSATE CONMIGO.
Palabras que nunca quieres escuchar pero que a veces la vida te grita y nunca más te deja ser el mismo. Como cuando al colgar el teléfono alguien llora y dice
HA TENIDO UN ACCIDENTE.
Palabras que te dan todo el vértigo del mundo como un
VOLVAMOS A VERNOS.
Y luego … están las palabras mágicas. Cada uno tiene las suyas. A cada persona le activan unas u otras, a cada uno se le mueve un resorte distinto en el cerebro al escucharlas y eso es lo maravilloso que las mismas palabras a cada uno nos crean distintas reacciones.
Y ahora dime ¿Cuáles son tus palabras mágicas? Quiero saberlas.
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