Damos comienzo a nuestro entrañable periplo canario a carcajada limpia gracias a la última astracanada de los responsables de "Algo pasa con Mary." Es un hall pass, una carta blanca, tanto la que sus esposas brindan a nuestros tronchantes protagonistas para hacer 'lo que les de la gana' durante una semana, como la que los Farrelly regalan al espectador para 'partirse la caja' en la que es, sin duda, la mejor película de su peculiar e irregular carrera cinematográfica. Los hermanos recuperan así sus escatológicas señas de identidad y añaden, en este caso, una interesante reflexión acerca de la crisis matrimonial cuarentona y la estupidez hormonal masculina que acercan esta irreverencia a la mejor versión del cine de Judd Apatow. Al igual que nunca olvidaremos el 'pegajoso peinado de Mary,' tampoco borarremos de nuestro recuerdo la desternillante reflexión monitorizada sobre las vaginas de boca grande, así como tampoco la 'comida falsa' de Jason Sudekis, la encerrona fálica sufrida por Owen Wilson, una masturbación automovilística de altos vuelos y un pedo grafitero de proporciones épicas. Todo ello y mucho más en el "Hall Pass" de los Farrelly. Un poco de mojo picón y listo. La risa nunca engaña.
¿DE QUE VA?
Rick y Fred (Owen Wilson y Jason Sudeikis) son dos amigos que llevan mucho tiempo casados. Aman a sus esposas pero, como les ocurre a muchos tíos, no pueden evitar tontear con cualquier mujer que se cruce en su camino. Cansadas de tener que andar vigilándolos, sus esposas (Jenna Fischer y Christina Applegate), deciden optar por una decisión un tanto atrevida para revitalizar su matrimonio al darles ?carta blanca?: una semana de libertad para hacer lo que quieran, sin preguntas después. Siete días para ver exactamente qué es lo que hay ahí fuera que creen que se están perdiendo... o dejar de buscarlo de una vez por todas.
ALGO ASÍ COMO
Algo pasa con Mary + Resacón en Las Vegas + Hazme reír
ATENCIÓN A
El cameo de un machote' Richard Jenkins de solarium en plan rompecorazones bizarro
CONCLUSIONES
La que parece una redundante cana al aire cinematográfica se erige en una estimulante irreverencia sin pelos en el lengua que, además, tiene el mérito de ahondar en lo detonantes de la crisis matrimonial a base de 'pajas,' pedos, cagadas, monstruosos y diminutos penes, y, sin embargo, ser capaz de no incomodar nunca al espectador con su 'sutil' mal gusto.
Así pues, una gran noticia, recuperamos la mejor versión de los hermanos que revolucionaron la comedia americana allá por los 90 y 15 años después vuelven a despuntar con un título que mira muy de reojo al "Resacónen las Vegas" de Todd Philips y el particular universo de Judd Apatow.