El proyecto nace del plan sectorial que en el que el gremio de panaderos yla Generalitat trabajan desde hace cuatro años. Según las conclusiones de este plan, si los panaderos artesanos quieren sobrevivir en las actuales y feroces condiciones del mercado deben diferenciarse y diferenciar sus productos. Hace siete meses ya se presentó el primer fruto de este trabajo, el Pa de Tramuntana, un pan artesanal elaborado con harinas antiguas cultivadas en los Aiguamolls de l’Empordà. Hoy ha sido el turno de conocer otra nueva variedad artesanal, És farina de Girona.
La primera cosecha del trigo que se utiliza para la harina kilómetro cero se segará en pocas semanas. El trigo se ha se ha seleccionado en función de los campos y del clima de cada una de las tres comarcas que participan en el proyecto, según ha contado Robert Figueras. Durante su cultivo se ha utilizado un sistema que controla el crecimiento del trigo para buscar la calidad de la harina, y el cultivo ha sido integrado, teniendo en cuenta los beneficios para el medio ambiente y la salud de las personas.
En el proyecto participan tanto campesinos como panaderos y el objetivo es común: unir esfuerzos para ofrecer al cliente un pan 100% gerundense, y desplazar así de los obradores la harina que se importa de Rusia o Estados Unidos.
Fuente: La Vanguardia