An Education, Lone Scherfig, 2009, GB
Are you ready to be heartbroken? cantaba Lloyd Cole. ¿Estás preparado para que te rompan el corazón? Pues hazte a la idea. La música pop resume con su cualidad ambivalente, de letras tristes sobre melodías alegres, la naturaleza de esta película de Nick Hornby circunstancialmente dirigida por la danesa Lone Schefrig. De exterior luminoso, realización acariciante y cadencia encantadora aparece claveteada de continuo por premoniciones tenebrosas de su propia realidad íntima, como una melodía y un estribillo que ocultan la infinita melancolía de la madurez y la sordidez tras la ropa Ivy League, el estilo continental y la vida regalada. “Me siento más vieja, pero no más sabia” dice la heroína casi al final del metraje, desorientada por el asalto de la realidad circundante al interior de la burbuja en la cual había estado hasta poco antes.
Un entreacto agridulce, como (otra vez) una canción pop, durante el cual experimenta una relación demasiado perfecta para ser verdad con un encantador pícaro mayor que ella y de distinta clase social que se revelará como lo que es en realidad: solo una apariencia, una carcasa que se deja rellenar con aquello que su interlocutor más desea.
Lone Scherfig rueda con un buen gusto que no llega a empalagar, quedándose en el peligroso filo, en el equilibrio dulzón pero agrio al fondo de la garganta que demanda el guión. Aqunque por desgracia el talento no le alcanza para
Al final queda una película que moja pero no cubre, aunque evita tanto la reproducción de estándares de no poco cine retro como la mirada posmoderna a pasado y sus formas cinematográficas. Así que, en conjunto, An Education queda un film extraño, cercano a las constantes de Hornby como escritor aunque filtradas por el hecho de ser una adaptación de un texto ajeno, un artículo autobiográfico de la escritora y periodista LynnBarber, paradójico por cuanto parece tópico y no lo es, parece fácil y tampoco, muy bien dialogada e interpretada, sin caídas en el melodramatismo y con una cualidad musical que no se queda en su esplendorosa banda sonora, sino que afecta a la estructura, a las relaciones entre personajes e incluso a la puesta en escena y el tempo.