En las profundidades del mar de China, concretamente en el archipiélago japonés de Ryukyu, cerca de Okinawa, se encuentra el que dicen que es el monumento más antiguo del mundo, concretamente en la isla de Yonaguni.
Los expertos dicen que podríamos estar ante un capítulo perdido de la historia del la humanidad.
En el año 1987, un buceador llamado Kihachiro Aratake, se sumerge en las aguas de la isla en busca de peces y arrecifes que pudiesen atraer a más turistas a la isla, sin saber que lo que se iba a encontrar, eran los restos de una antigua ciudad megalítica. Ante sus ojos puede contemplar una pirámide escalonada de gran tamaño que no lo deja de sorprenderle.
Kihachiro Aratake
Sin embargo, nadie le da importancia, hasta que en 1992, Masaaki Kimura, experto de la universidad de Ryukyu, decide explorarla y estudiarla a fondo.
La estructura principal cuenta con 120m de largo, 40m de ancho y 20m de alto. Los científicos llegaron tras varios estudios, a la conclusión de que se trata de algo hecho por el hombre, y no una formación artificial.
Nos encontraríamos ante el hallazgo de una civilización desconocida y muy antigua y avanzada.
A pesar de que los estudios de esta universidad se quedaron en Japón y no fueron traducidos, fueron varios los occidentales que se interesaron por la zona.
Uno de ellos fue Graham Hancock, periodista que se quedó maravillado con unas fotos que le habían llegado, y la curiosidad le lleva a realizar un curso de buceo para poder adentrarse en las profundidades de la zona y observarla por si mismo.
La primera vez que se sumerge describe la sensación al encontrarse con las estructuras, como muy parecida a lo que sintió cuando se puso enfrente de las pirámides de Egipto, y surgió en el una nueva pasión, investigar sobre lo que había visto debajo de aquellas aguas.
Tras varias inmersiones descubre más monumentos, y lo que para él es un área ceremonial religiosa, que se extiende por más de 5km.
Pero, ¿Cómo datarla? La dificultad nos plantea un dilema.
Si la estructura está bajo el agua, significa que fue construida cuando el nivel del mar estaba mucho más bajo, es decir, en la época glaciar, pero esto sería unos 8000 años antes de Cristo, incluso podría ser hace 10000, por lo tanto sería más antiguas que las pirámides de Egipto.
Esto trae de cabeza a los historiadores. Hace 10000 años a. C, el hombre era nómada y recolector, ¿Cómo iba a tener la capacidad de construir semejante mega estructura? ¿Existió una sociedad más avanzada? Todo esto nos haría replantearnos la historia…
Las primeras civilizaciones complejas, se dieron en Egipto y Mesopotamia en el tercer milenio a.C, y la ciudad considerada como la más antigua de la historia es Jericó, que hace 10000 años tenía una estructura diferenciada y unas pequeñas murallas, pero nada que ver con estas estructuras megalíticas.
Entonces, ¿Quiénes y cuando se construyeron estas pirámides?
¿Podría haber sido la civilización perdida de la que tantas culturas hablan?
Aquí, como en muchas ocasiones, la historia se mezcla con la leyenda, y aparece la idea de que pudieran ser restos de la Atlántida, la civilización perdida, que fue destruida por una inundación y de la que ya habla por ejemplo Platón en el año 360 a.C.
Para los historiadores no deja de ser un hecho curioso, que civilizaciones antiguas separadas por miles de kilómetros, tengan construcciones megalíticas tan parecidas. Esto ocurre con las pirámides de Egipto y los templos de Angkor Vat en Camboya, entre otros ejemplos.
En el caso que nos ocupa, la pirámide principal de Yonaguni guarda una asombrosa similitud con el templo preincaico peruano de Trujillo, el llamado Templo del Sol.
Ruinas de Trujillo
Podría ser también, el conjunto de Yonaguni un templo con algún sistema astronómico o de orientación al sol, sin embargo los científicos en contraposición con los historiadores, piensan que se trata simplemente de un conjunto de rocas que carece de sentido y de valor.
En 1998, Graham Hancock vuelve a la isla con el profesor Robert Schoch, geofísico que se sumerge y hace las primeras grabaciones de la zona.
La estructura más grande medía unos 80 metros y había varias de 25, algunas sumergidas más profundamente que otras, que se hallan a tan solo diez metros de la superficie.
Algunos megalitos contaban con formas muy parecidas a las de Stonehenge. También encontraron dos megalitos de formas muy parecidas y muy firmes a los que apodaron como “las torres gemelas”, que definieron como casi imposible que pudiesen estar formados por la naturaleza, la mano del hombre habría intervenido sin duda en su construcción. Sin embargo las conclusiones del científico, afirman que también podría ser obra de la naturaleza el monumento en general, dado que es una zona de fuertes corrientes y de fallas naturales que pudieron dar ese aspecto a las formaciones que encontramos debajo del agua.
La opinión del primer investigador, el japonés Masaaki Kimura, es que sin duda, la mano del hombre interviene en estas formaciones.
Hay algunos hallazgos que lo corroboran, por ejemplo la existencia de tres agujeros, dos redondos y uno hexagonal, este último según el investigador, es imposible que fuese hecho por la naturaleza. También aparecen algunos dibujos diferenciados.
La única conclusión en los que ambos podrían estar de acuerdo es que pudo haber sido una formación de la naturaleza, que el hombre aprovechó para hacerla suya y darle alguna función.
En al año 2000 un equipo de canal Historia buceó por las profundidades de la zona, sufriendo muy malas condiciones meteorológicas, pudieron grabar la belleza de los megalitos y trasmitírnoslo en imágenes.
Pudieron ver una gran estatua muy parecida a las de la Isla de Pascua, y piedras que tenían gran parecido con antiguas tumbas de la vecina Okinawa. Incluso una formación que tenía gran parecido con una gran tortuga y alguna incisión en la roca.
Supuestos restos de un rostro megalítico
Parece que estas ruinas han ido perdiendo interés con los años, y no se han vuelto a retomar las investigaciones, para determinar ante qué nos estamos encontrando, debería de hacerse una investigación arqueológica submarina con los medios adecuados, excavando y datando todo lo que surgiese.
Reconstrucción de como podrían ser las estructiras
En el año 2014, un equipo español perteneciente al programa Cuarto Milenio, consigue todos los permisos, para sumergirse, junto con el descubridor de los monumentos y ver de primera mano lo que hacía años que no se exploraba. Las imágenes superan con creces en nitidez a las tomadas en el año 2000, y llegan a la conclusión de que la mano del hombre fue sin duda utilizada en las formaciones, encontrándose la dificultad de que en las inmersiones no tienes una perspectiva como si estuvieras en la superficie. Parece ser además, que se han encontrado estructuras similares cerca de Okinawa, aunque los investigadores son muy cautos y lo mantienen en secreto mientras buscan respuestas.
Algunos se plantean que los japoneses hubiesen llegado a América hace miles de años, por la similitud de las construcciones.
Mientras tanto, el misterio de si pudo haber una civilización de 10000 años de antigüedad que haría replantearnos la historia, sigue en el aire.