Ya ha llegado la temporada veraniega y las piscinas ecológicas son una tendencia cada vez más extendida en las urbes. Su objetivo es lograr un menor impacto ambiental y conseguir una economía sostenible. Las medidas a seguir para que los chapuzones dejen una menor huella ambiental son los siguientes:
- Como responsables de la instalación, es necesario comprobar que la piscina no tenga fugas o pérdidas de agua, ya que una fuga de una gota por segundo produce pérdidas de hasta 8.000 litros al año.
- Un agua sin cloro es posible. En cualquier caso, es importante contar con elementos de depuración y filtración para que el agua esté más limpia y el baño sea seguro. Además, hay que instalar una bomba de recirculación porque puede reducir el gasto de la factura de luz hasta en un 65%.
- Si la piscina tiene luces (se ilumina por las noches), podemos cambiar las tradicionales por LED que, aunque son más caras, en el largo plazo permiten un ahorro de hasta un 80% gracias a su mayor rendimiento energético y su vida útil.
- Los bañadores y biquinis que utilizamos son prendas que pueden contener material biodegradable para incrementar la protección del medio ambiente.
- Los jardines donde colocamos nuestras toallas deben estar bien cuidados y para contribuir al ahorro deben ser regados con agua reutilizable no potable.
- La prohibición de fumar en las zonas infantiles debe estar bien indicada para que el aire sea más limpio y respirable para todos.
- Como ya sabemos, la energía solar es renovable y necesaria para que nos pongamos más morenos. Recordad que es importante protegernos con las cremas solares que tengan un factor de protección elevado (recomendable spf igual o superior a 30).