Pues bien, hay algunas plantas que limpiarán por nosotros toda esa suciedad invisible. El poto, el ficus benjamina, la dracena, el cactus de navidad, las cintas, el ciclamen, la hiedra, la begonia....son algunos ejemplos, hay muchas más, pero creemos que éstas son las de más fácil cuidado. Éstas plantas, al realizar la fotosíntesis, captan los tóxicos del aire y los eliminan; además aportan humedad ambiental, oxígeno y reducen la cantidad de polvo que se acumula a nuestro alrededor, lo que es especialmente beneficioso para personas alérgicas y asmáticas.
Unas cuantas plantas repartidas por nuestra casa, no sólo aportan colorido y vida a las estancias, sino que purifican sustancialmente el aire que respiramos para que sea limpio y no dañe lentamente nuestro organismo. Requieren poco esfuerzo y cuidados por nuestra parte y sin embargo nos ayudan de una forma inconmensurable. Os animamos a rodearos de plantas, son un regalo para la salud y los sentidos.