Foto del autor, durante la festividad de la Virgen de La Paloma
Estas muchachas NADA tienen que ver con Don Gil Imón
El insulto gilipollas quiere referirse a un grado avanzado de estupidez, a esos bocazas metepatas a los que generalmente adornan más estupideces que luces.
Como todos sabemos, por cuanto podemos constatarlo a diario, la palabra acabó siendo una "distinción" muy utilizada en nuestros días, derivando incluso en otros términos de idéntica intención e insolvencia: gilipuertas, gilorio, gilitonto, gilipicha, arrastrando algunos una cierta territorialidad como giloy (en Madrid), gilinovi (Canarias) o gilindario (Murcia).¿Pero de dónde viene gilipollas?... Pues como casi siempre existen diferentes teorías, siendo con mucho la más divertida, la castiza que relaciona la descalificación con Don Baltasar Gil Imón de la Mota, fiscal del Consejo Supremo de Castilla y Gobernador de Hacienda, allá por el siglo XVII, un individuo cuya relevancia justificó que hasta llegase a tener una calle en el foro. Tenía Don Gil un par de hijas, sosonas y poco agraciadas, a las que gustaba mostrar en todos los festejos, celebraciones y verbenas a las que era invitado, con la esperanza de que pudiesen acabar encontrando marido... La burla en la llegada de Don Gil y sus pollas (que así se llamaba a los jóvenes en la época a la que nos estamos refiriendo) a estos actos sociales fue la que acabó generando este curioso insulto tan español...