Aunque soy Ingeniero de Caminos, mi vida profesional la he dedicado a la edificación, sobre todo de viviendas, pero mi gran vocación eran las obras hidráulicas, y en concreto las presas.
Por esto me ha dolido siempre el desconocimiento que tenía la sociedad respecto a estas grandes estructuras, con este articulo voy a poner en común lo que yo aprendí, en clave de humor para colaborar a evitar ese desconocimiento.
Lo primero que habría que desterrar del argot popular es la palabra pantano asociándola a una presa, en los pantanos hay cocodrilos, y lo que forma una presa es un embalse.
Y que es una presa, pues para la normativa, Gran Presa es aquella que tiene más de 30 m de altura o embalsa más de 1 hectómetro cúbico de agua.
Una altura de 30 metros se corresponde con un edificio de 10 plantas y 1 hectómetro cúbico es el agua que embalsaría el estadio Bernabeu o el Nou Camp en su interior, el Vicente Calderón no, porque esta abierto por los laterales y se saldría el agua.
Cuantas de estas grandes presas hay en España, en números aproximados en mi época de estudiante, hace 20 años había alrededor de 1100 en servicio y entorno a otras 100 en construcción, y como la construcción de una de estas obras dura alrededor de 10 años, puede que ahora estemos en España entorno a las 1300 o 1400 presas. Otro mito que hay que desterrar es que todas las presas no las hizo Franco, en el año 75, cuando murió, debía haber 700 u 800 presas en servicio en España.
Cual es su función, pues embalsar agua con distintos fines:
-Abastecimiento de agua
-Regadío.
-Producción de energía eléctrica.-
-Actividades recreativas y ocio, navegación principalmente.
-Laminación de avenidas, en situaciones de lluvias extraordinarias.
En esto último se ha trabajado mucho en las últimas décadas para evitar los desastres que se producen desde tiempos históricos en España, donde año tras año a excepción de la España húmeda del Norte, ocurre en el resto de la península, en muchos lugares, que casi la tercera parte de la lluvia anual se produce en un solo día y en muy pocas horas.
¿Cómo se construye una presa? Hay varias formas, pero lo primero que hay que hacer siempre es desviar el río, para lo cual, se construye una presa mucho más pequeña que se llama ataguía, y se desvía el río por un túnel o un canal que también hay que construir, de esta forma se trabaja en un terreno seco.
A continuación hay que empezar a construir la presa, y básicamente puede ser de hormigón o de materiales sueltos.
Si las presas son desconocidas, las de materiales sueltos prácticamente la sociedad ignora su existencia, el caso mas paradigmático que conozco es la presa del Limonero en la entrada de Málaga, totalmente inexistente para muchos malagueños y a ella le deben beber agua todos los días.
¿Porque ese desconocimiento? Pues debido a que consisten este tipo de presas en montañas artificiales con materiales de la zona que cierran valles y se integran perfectamente mimetizándose con el paisaje como en el caso de Málaga.
En el caso de las de hormigón, hay dos tipos las de gravedad y las de arco o bóveda,
Las primeras son una gran masa de hormigón que por su propio peso resiste el empuje del agua, las de bóveda son como una cáscara de huevo de hormigón con la que se tapa el valle haciendo colaborar a las laderas en la función resistente.
Para entender esto ultimo hay un símil muy bueno, las primeras son como si un señor gordo se pone en el hueco de una puerta y por su propio peso los que hay detrás por mas que empujan no pueden salir, y las de bóveda son como un señor flaco que se apoyase en los marcos de la puerta con los brazos y lo pies, y los que viniesen detrás no pueden salir porque aunque el señor es flaco, toda la pared le ayuda a aguantar a través de la conexión con el marco.
Contaba, alguno de mis profesores, que un antiguo ministro de obras públicas fue a una inauguración de una de estas presas bóveda y dijo: “Los ingenieros son tontos, si hubiesen construido la presa al revés, hacia fuera, habían guardado mas agua”. Este ministro no conocía la historia del señor flaco.
Otra cosa que conviene aclarar es que la presión que aguanta una presa depende de la altura de agua que hay detrás de ella, para nada tiene que ver con lo extenso que sea el embalse, solo de la altura.
Algo que sorprendería a muchos es la cantidad de túneles y galerías que hay en el interior de una presa para poder visitarla y hacer las oportunas labores de control.
Espero que a pesar de la longitud del artículo haya sido ameno y haya servido para conocer a esas desconocidas.
Quiero terminar haciendo un homenaje a Alfonso Álvarez Martínez, que fue catedrático de presas de la escuela de ingenieros de Madrid, y una de las personas de las que aprendí el amor por las presas, falleció hace pocas fechas, siempre estará en mi recuerdo.