En la goleada ante el Bournemouth, este nuevo Real Madrid evidenció diferencias importantes con aquel partido y con el esquema que implantó el portugués en sus tres temporadas al frente del banquillo blanco. Los primeros cambios que pueden detectarse hacen intuir que cuando la maquinaria esté engrasada, estos estilos futbolísticos serán muy diferentes:
Más goleador. El Real Madrid metió tres goles más, aunque el rival de segunda división inglesa no tuviera el nivel del equipo mexicano, más rodado y en plena temporada en su país.
Menos velocidad y más toque. La paciencia a la hora de elaborar será otra seña de identidad de este Real Madrid de Carlo Ancelotti. Se vieron menos acciones al contragolpe y más toques, como el gol que se fabricaron entre Di María y el canterano Casemiro.
Cero goles encajados. El Real Madrid apenas concedió ocasiones a un rival que se entregó desde los primeros minutos de partido. Diego López apenas intervino en este amistoso.
Más poderío a balón parado. Gol de falta de Cristiano Ronaldo, igual que en aquel partido contra el América en 2010. Pero los blancos, gracias a la calidad en el golpeo de Isco, sacaron un gol tras salida de córner que materializó Sami Khedira.
Menos protagonismo de las bandas. Ni Carvajal ni Fabio Coentrao, laterales titulares, ni Ángel Di María cuando entró en escena actuaron como jugadores puros de banda. Sus movimientos, además de ser más asociativos, siempre buscaban el juego por el centro.