Cuando el niño alcanza su primer año de edad, se desarrolla la fase prelingüistica, es decir, cuando el bebé empieza a balbucear sus primeras palabras que son de dos sílabas como “dada” o “mama”, explicó en entrevista la doctora María de la Luz Iracheta (*), subdirectora de Consulta Externa, del Instituto Nacional de pediatría.
La también secretaria de la Asociación Mexicana de Pediatría (AMP), indicó que cuando las palabras ya tienen un significado coherente y son usadas para referirse a objetos o personas, empiezan después del año de edad, porque al cumplir los 24 meses, “el niño ya es capaz de comunicar prácticamente todo con frases de tres o más palabras”.
Esto es lo que Iracheta indica como normal, aunque también afirma que hay niños que logran hablar antes de este tiempo, pues sí hay “trucos” para conseguir esta habilidad, aunque también hay circunstancias genéticas que pueden modificar el tiempo en que los niños comiencen a hablar.
“Mientras más se estimule al niño con la palabra acompañada con imágenes, como sería mostrar libros y hacer énfasis en lo representado ahí y la palabra, más fácilmente el niño puede identificar y emitir las palabras con el significado de éstas”, afirmó la pediatra.
En cuanto a las condiciones de carácter genético, la secretaria de la AMP, indicó que en términos generales las niñas inician el lenguaje hasta dos o tres meses antes que los niños.
Creo que hay algo mal…
Los padres pueden empezar a sospechar que no hay algo bien con sus hijos cuando han llegado al año de edad y no han iniciado con balbuceos o palabras de dos sílabas, pues podría ser que el bebé no esté escuchando bien.
Según la especialista, si los padres notan que el niño no emite sonidos en torno a los primeros seis meses de vida y que no reacciona ante estímulos auditivos, ya sean ruidos o música, hay un indicio de que hay problemas con el sentido del oído y por ello el lenguaje no se desarrollará.
Si este es el caso, lo mejor es acudir con el pediatra, que diagnosticará el problema por el cual el niño no ha iniciado a emitir sonidos, ya sea por problemas de audición, o bien de retraso en el lenguaje.
Dependiendo de esta evaluación y diagnóstico, pueden ser referidos al audiólogo, en caso de sordera, o al rehabilitador del lenguaje o foníatra cuando se trata solamente de un retraso en desarrollo del lenguaje, que puede ser por muchas razones, señaló la especialista.
Iracheta explicó que cuando no se desarrolla el lenguaje debido a problema de audición, debe optarse por colocarle al niño un auxiliar auditivo, para que le ayude a escuchar mejor en la medida de lo posible, además de acudir a terapia de rehabilitación del lenguaje con un especialista.
Y cuando solamente es debida a poca estimulación en esta área el Pediatra o el Foníatra pueden darles algunos lineamientos, para que se acelere el desarrollo del mismo, dijo la doctora.
“Es vital que los padres detecten en forma temprana que los niños no responden a los estímulos auditivos ( ruidos, música, anuncios en la televisión ) pues esto es el primer dato de que hay algún grado de sordera, segundo que los estimulen hablándoles desde los primeros días, cantándoles, y dedicándoles tiempo al desarrollo del lenguaje y la comunicación” concluyó la especialista.
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