Las primeras pedaladas de la temporada.

Por Rafael @merkabici

Ahora que han pasado las navidades y a muchos aun nos cuesta ajustarnos correctamente la correa de ese pulsómetro que nos han traído los reyes y que nos cabía perfectamente antes del roscón, los cicloturistas empezamos a dar las primeras pedaladas del año. Un momento muy importante, donde el trabajo de base será fundamental, y donde estaremos cimentando nuestros éxitos o fracasos de los meses estivales.

¿Crees que exagero? Pues no es así. Lejos quedan los años en los que Luis Ocaña decía llegar al Tour de Francia con poco más de 10.000 kilómetros en las piernas. Hoy en día se saben muchas más cosas sobre métodos y fisiología del entrenamiento, así que sabemos exactamente dónde y por qué hemos fallado cuando nos arrastramos en julio en ese puerto que tanto deseábamos domar.

Así que nada mejor que unos pequeños consejos para empezar bien el año y poner unas bonitas bases que nos permitan disfrutar más adelante.

Las primeras pedaladas del año tienen que ser progresivas

Lo más importante es recalcar que en los primeros kilómetros de la temporada la intensidad, las series, los ritmos elevados y los watios no deben de preocuparnos. Al contrario, lo más importante será que rodemos, cuanto más mejor, y que hagamos un trabajo de base válido.

Generalmente en estas primeras salidas buscaremos adaptarnos al ritmo aeróbico que deberemos tener en el futuro. Para ello haremos rutas preferentemente llanas (o, si no podemos, con unos piñones grandes que nos permitan pedalear con facilidad) a cadencias elevadas y sin apenas tocar el plato grande. Y este es el momento fundamental en el que buscar cuanto más tiempo mejor. Para tener una buena base de fondo debemos intentar hacer salidas largas, de más de tres horas, sin tener en cuenta velocidades medias o desarrollos, buscando mover siempre las piernas con facilidad, y con una cadencia cardiaca que sea más o menos el 60 % máximo de nuestro tope.

A veces pedalear bajo la lluvia es un placer

También es un buen momento para probar cosas. Así, por ejemplo, si nunca hemos comido encima de la bicicleta es un magnífico instante para hacer una prueba, para salir a entrenar a la hora de la comida y ver qué nos sienta mejor y qué peor, si nos sentimos cómodos comiendo encima de la máquina, si las bebidas isotónicas nos hacen recuperar bien o es preferible llevar sólo agua…esas cosas. También es un buen momento para probar nuevos materiales…esas zapatillas que te regaló tu pareja y que son de alta calidad, pero a ti no te acaban de convencer, o ese nuevo coulotte que tienes que ponerte algunos días para ver si la bandana no te hace rozadura alguna…nunca estrenes nada un día importante o de entrenamiento muy largo, porque podrías arrepentirte muy lejos de casa.

Más consejos…en estas primeras salidas es mu importante la hidratación, aun más que nunca, para que el cuerpo asimile bien las primeras cargas de entrenamiento. Y, sobre todo, debes de estar muy atento a la carretera, pues los primeros meses del año resultan traicioneros en este sentido, con nieve y hielo que podría darte algún susto.

Así que…nos vemos en la carretera.