Las Pulgas y Garrapatas en los Perros

Por Becckys

Tanto las pulgas como las garrapatas son parásitos externos, es decir, que viven en el exterior del cuerpo de los animales (generalmente entre su pelo, agarrados a su piel). Mediante una picadura, estos parásitos pueden estar alimentándose durante más de un mes de la sangre de nuestros animales. 

La infestación de este tipo de parásitos es muy sencilla, ya que nuestro perro los puede encontrar en cualquier parque o solar, e incluso se los puede pasar otro animal, ya sea de su especie o no. 

Las Pulgas
Las pulgas son pequeños insectos succionadores de color marrón. Tienen tres pares de patas, dos de ellas adaptadas para realizar grandes saltos. Como ya hemos dicho, se alimentan de la sangre de los animales, en especial de los perros y de los gatos. 

Seguramente, si nuestro perro se rasca más de lo normal este infestado por pulgas, pero esta condición no es indispensable para que nuestro perro contenga estos parásitos, aunque nuestro perro no se rasque, puede tener pulgas. El motivo de que las pulgas causen picores a nuestras mascotas, es que la saliva anestésica de estos insectos causa reacciones alérgicas en muchos canidos. A parte de perdida de sangre e irritaciones cutanteas de nuestras perros, las pulgas pueden ser las culpables de anemias, infecciones, y lo más peligroso, las pulgas pueden transmitir diversas enfermedades. Una de las principales enfermedades que transmiten estos parásitos es la tenia Dipylidium caninum, o vulgarmente llamada “tenia de ciudad” o “lombriz solitaria (este gusano vive en los intestinos de los animales alimentándose de todo lo que comen y “robándoles” los nutrientes que ingieren). Para tratar a nuestros perros contra las pulgas hay multitud de fármacos, collares y productos. Lo más importante del tratamiento que elijamos es que evite el contagio, elimine a las que pueda haber y elimine también los huevos o larvas. Asimismo, es recomendable utilizar un pulverizador para desinfectar el entorno de nuestro perro.


Las Garrapatas
Las garrapatas son pequeños parásitos de la familia de las arañas. Se alimentan de la sangre de los animales o de la persona a la que se adhieren. Físicamente son como una pequeña bolsa gris o marrón con ocho patas. Cuanta más sangre chupen, más grandes se hacen, pueden multiplicar por diez su tamaño. Nuestro perro puede infestarse de garrapatas en cualquier lugar, sobretodo en parques o lugares con vegetación. Estos parásitos no sólo provocan irritaciones cutáneas, sino que también pueden ser portadoras de graves enfermedades. Una de las enfermedades más comunes que transmiten las garrapatas es la enfermedad de Lyme; ésta se caracteriza por cambios en la piel, inflamación de las articulaciones, fiebre, dolores musculares… Es muy importante que mantengamos a nuestros perros libres de garrapatas y evitemos en la medida de nuestras posibilidades su infestación. Es recomendable que examinemos a nuestros animales habitualmente, sobretodo si han estado en lugares con hierbas altas o matorrales. Existen variedad de collares y productos que repelen este tipo de parásitos y que tienen un alto porcentaje de efectividad. Antes de adquirir cualquier producto contra las garrapatas, debemos asegurarnos que también elimine sus huevos o larvas (una garrapata adulta pueden poner entre 2000 y 8000 huevos a lo largo de su vida). Asimismo, si encontrásemos una garrapata adherida a la piel de nuestro perro, podemos quitarla nosotros mismos sin necesidad de recurrir a un veterinario. Existen pinzas especiales para ello, pero con nuestros dedos también podemos extraerla. Antes de nada debemos ponernos un guante, preferiblemente de latex, para evitar que se nos pegue. Con solo dos dedos la agarraremos lo más cerca posible de la zona por la que está pegada a la piel del animal, y con un movimiento giratorio tiraremos con suavidad. Una vez hecho esto desinfectaremos con yodo. Nunca utilizaremos alcohol o aceite para arrancar una garrapata, ya que esto podría producir que la garrapata vaciase el contenido infectado de su estómago en la piel del perro. Una de las mejores formas de mantener al margen de contagios a tu perro es un buen collar y una buena Pipeta.