Las que caemos por el camino

Por Seodi
Recuerdo los inicios de este blog, allá con mi positivo. Había ganas de escribir y tiempo libre.
Cuando bebote nació, seguía habiendo ganas de escribir, y aún algo de tiempo libre.
Pero a medida que bebote deja de ser bebote y se convierte en chicazo, el tiempo libre y las ganas se esfuman. Y parece ser algo más que habitual, ya que mirando esta mañana la lista de blogs que leía cuando tenía tiempo, veo que muchas han caido y la última vez que escribieron fúe hace más de cuatro meses.
Parece que las ganas de seguir contando cosas disminuyen a medida que los niños crecen y el olor a bebé se esfuma de sus habitaciones.
Ayer leía la gran noticia de que Alejandra, de la aventura de mi embarazo, repite maternidad. Cuanto me alegro por ella, y que envidia me da.
Yo doy por cerrada mi fábrica.
He ido y venido como las mareas, he pasado de las ganas irrefrenables de tener otro, a negarme de la forma más rotunda, de forma cíclica, como las mareas. Y parece que de manera definitiva el arroz mental se me ha pasado.
Sinceramente, creo que nos sobra con uno. A los dos.
Nos ha tocado un niño muy movido y nada dócil, y a nosotros nos falta paciencia y saber. También nos falta dinero y un trabajo normal. Lo de ser autonomo y no tener bajas es una jodienda. Igual es que nos sobra egoismo. Supongo que hay un poco de todo. Pero sin duda el crio no ayuda.
Hay días que son una auténtica mierda. Mejor dicho. MIERDA.
Días en los que hay que lucharlo absolutamente todo. Que desayune, que se vista, que se lave los dientes, que se ponga el abrigo, y así hasta que son las 9 de la noche y se va a la cama. Te has pasado el día de puta gresca. Una detrás de otra, diciendo que cojones estarás haciendo mal. Y como esos hay muchos días.
Incluso te planteas ir a un psicologo, a que te mire a ver si lo estás haciendo mal.
Y luego hay días maravillosos como el de ayer. En el que todo va rodado, esta super contento, lo hace todo con ganas y gusto, y dices, joder, si hubiera más dias como estos, igual hasta te pensabas lo de repetir. 
Hasta que oyes llorar al bebé de la vecina a las 12, a las 02, a las 04 a las 07 y asítoldía. O vuelves a tener un día de mierda.
Pero siendo coherente, te plantas. Porque a mi, personalmente me sobra con uno. En otras circunstancias, es muy probable que hubiera sido distinto, pero teniendo en cuenta como soy yo, como es mi marido, como es el niño, y nuestras circunstancias, considero la fábrica cerrada.
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