Y así dejas que te elija tu pareja, que el azar determine el trabajo que más te conviene, que tu familia decida toda tu vida desde que te levantas hasta que te acuestes y como seguimos hablando de prendas, dejas que los demás decidan qué día de la semana formarás parte de su vida y a veces pasan meses sin que nadie te saque del armario, pero tú no haces nada, tan sólo esperas silencioso e infeliz, disponible en tu percha, pensando que no depende de ti, mientras los días siguen pasando y tú te vas arrugando por dentro y por fuera.
Y es que cuando dejamos en manos de otros la toma de decisiones sobre nuestra persona perdemos todo nuestro valor. A veces nos rebajamos tanto a nosotros mismos que ya no nos encontramos ni en el departamento de oportunidades, simplemente hemos sido descatalogados. Y no olvides que tú vales mucho y que no estás a saldo. Si supieras que la elección es tuya, no te descontarías tan rápido. Tú puedes tener el valor que tú decidas. Por eso cuánto menos te valoras a ti mismo, más rebajado te sientes, dejas de potenciar tus capacidades, que son ilimitadas y las oportunidades se te escapan. Si quieres tener un valor incalculable de por vida y ser como esos productos de lujo que están en la mejor vitrina del escaparate, debes creer y confiar en ti mismo, de esta forma no estarás al alcance de cualquiera y nadie podrá decidir sobre tu vida. Y así descubrirás cuál es la mejor oportunidad para ti y tomarás de nuevo las riendas de tu persona.
Es cuestión de posicionarte de nuevo. ¿Cuál es tu valor? Puede que estés atravesando por circunstancias adversas, pero no olvides que las dificultades no te quitan valor, ni te rebajan como persona. A veces tu autoestima es tan baja que piensas que no vales nada y sin embargo cada situación de tu vida es una oportunidad para que crezcas como persona y te conviertas en alguien más fuerte y así serás como una prenda de calidad, que está hecha de buenos materiales y dura toda la vida. Así será también tu persona, resistente a las adversidades.
Todo en la vida sirve como aprendizaje. Sólo debes conocerte a ti mismo y saber de qué material estás hecho. Cada prenda tiene una composición diferente y no le podemos dar a todas el mismo tratamiento y lo mismo sucede con cada uno de nosotros. Cada persona es un mundo y lo que hace feliz a una persona puede hacer desdichada a otra, por eso debes conocer tu composición. Algunos materiales de los que estamos hechos son de carácter hereditario y nos son dados al nacer , pero la mayoría puedes adquirirlos trabajando contigo mismo, potenciando tus capacidades, para convertirte en la persona que decidas ser. Y si eliges lo mejor para ti, atraerás experiencias positivas a tu vida.
Puede que todo en la vida tenga un precio, pero tu valor es incalculable y no puedes estar en manos de cualquier circunstancia o persona que pasen por tu vida. Así que, ahora que comienzan las rebajas ha llegado el momento de posicionarte de nuevo y de que descubras cuál es tu verdadero valor. Para ello debes escucharte a ti mismo. Seguro que te sorprende saber que vales más de lo que pensabas y que sólo tú puedes hacer posible que las oportunidades que necesitas lleguen a tu vida y así dejarás de buscar fuera lo que ya existe dentro de ti, una persona de gran valor que se conoce a sí misma y sabe cómo hacerse feliz y cómo hacer realidad sus sueños.