Las recetas mágicas no existen (en economía tampoco)

Publicado el 02 noviembre 2010 por Basseta
Dicen que dices, Mariano,que Cameron te camelapor quitar money a la escuela,olvidarse del anciano,mostrarse asaz draconianocon la plebe funcionaria,y a la sanidad precariameter navaja barbera,aunque tú tocas madera,saboreando un buen faria.
La espinela anterior la he tomado del magnífico blog Spinela, cuyo desconocido autor nos regala todos los días con increíbles rimas hilvanadas con los ecos de las noticias, preferentemente políticas. En estos versos se resume casi a la perfección lo que me vino a la cabeza tras leer la entrevista a Rajoy publicada en El País el domingo pasado. Decía el titular: "El plan de Cameron da confianza; yo haría algo similar en España".
Rajoy, eterno aspirante a la Presidencia del Gobierno de España, condenado por el dedo de Aznar a vagar por toda España haciendo creer que sabe algo, celoso guardián de recetas máginas que arreglarán la nación al día siguiente de su investidura, especialista en montar castillos dialécticos en el aire para desviar la atención, ignorante de que España y Reino Unido se parecen como un huevo a una castaña... ¡ha descubierto una fuente de inspiración!
Rajoy va y reconoce sin ambages su admiración por el plan de ajuste presentado por David Cameron en Reino Unido, que ha sido calificado como el mayor tijeretazo al Estado de bienestar desde la II Guerra Mundial: recorte de prestaciones sociales, aumento de las tasas universitarias, disminución del presupuesto a ministerios y departamentos, algunos de hasta el 25%. Se podría denominar "carajillo party", la versión española del más rancio liberalismo.
Como explica Palinuro, cuando se le pide a Rajoy que concrete sus medidas confunde éstas con los objetivos que se quieren lograr. Dice con prosopopeya que sus medidas serán "generar riqueza y generar empleo", "generar confianza", "reducir el déficit y la deuda pública". Como si alguien en algún momento hubiera propuesto generar pobreza o desempleo o desconfianza o aumentar el déficit y la deuda pública.
Lo más sorprendente, no obstante, es la enigmática respuesta de Mariano Rajoy cuando le preguntan por qué despedir 500.000 funcionarios, recortar inversiones y reducir servicios públicos produciría crecimiento económico: "Por una razón: transmite ideas claras, transmite que lo que hace, lo hace porque se lo cree, y por tanto genera confianza”. Le faltó añadir "¿Acaso no lo ven? ¡gobernar está chupao!"
Siete años en la oposicion para tener por fin UN PLAN, el de Cameron. Qué fuerte, qué fuerte, qué fueeeeeeeeeeerte!
Y si en cuestiones económicas, Rajoy parece más bien un quiromántico, en otros asuntos se pone la sotana: se muestra partidario de revisar la legislación sobre el aborto y la del matrimonio homosexual (la respuesta de los gays no se ha hecho esperar). No menos perplejo se queda uno cuando lee que Rajoy afirma "...estoy radicalmente en contra de la corrupción...", porque no parece que tenga intención de decírselo a Camps a la cara.
No estoy seguro de que Don Mariano tenga muchas ganas de repetir entrevistas como ésta, ni que sus asesores de imagen se lo consientan, mejor optarán por mantenerlo calladito como antes, soñando con hospitales privatizados, colegios religiosos subvencionados y amiguetes empleados. Debería volver a su especialidad: hablar y hablar sin decir absolutamente nada y sin mojarse ni las uñas. Y cuando tenga un proyecto político y económico propio, auténtico, novedoso y viable, que lo explique en Intereconomía.
Se ocupan de comentar la misma entrevista un buen puñado de blogs, entre los que destaco:
Netoratón: El duro oficio de asesorar a Rajoy
Amanece que no es poco: Rajoy navega en la ambigüedad
Opiniones de contrabando: Valoración entrevista Mariano Rajoy en El País
El proceso social: La entrevista a Rajoy: él pierde, nadie gana
La suerte sonríe a los audaces: Entrevista a Mariano Rajoy en EL PAÍS
Las malas lenguas: Mariano Rajoy desvela los planes de la derechona: corruptela, ultraliberalismo, recorte al bienestar social, y a derechos de mujeres y homosexuales
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