Revista Comunicación

Las redes sociales: una rendija tecnológica en la vida privada

Publicado el 09 abril 2012 por Mamerogar
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09/04/2012 9:54:16

 

En Estados Unidos los empresarios y las empresas de contratación de personal al parecer han comenzado a solicitar la contraseña de los perfiles en las redes sociales a los candidatos a un puesto de trabajo.

 

No se puede cuantificar lo extendido de este fenómeno, pero el asunto ya ha adquirido la suficiente relevancia como para que el senador por California, Leland Lee, haya presentado un proyecto de ley llamado a prohibir esta práctica. También se prohibirá que durante las entrevistas de trabajo, los candidatos se vean obligados a enseñar e imprimir su propia página en las redes sociales.

Los servicios de seguridad de las grandes compañías pueden obtener fácilmente y sin necesidad de ningún consentimiento toda la información que necesitan de cualquier persona. En todo caso, lo mejor es atender las recomendaciones de los especialistas y mantener un comportamiento racional y correcto en las redes sociales.

Para nadie es un secreto que estas páginas constituyen un magnífico instrumento para obtener información sobre una persona. Por ejemplo, según los resultados de una encuesta realizada por la agencia de marketing Eurocom Worldwide en un análisis mundial, alrededor del 40 % de las empresas pertenecientes al ámbito de la tecnología suelen utilizar las redes sociales para evaluar a sus futuros colaboradores. Pero una cosa es cuando alguien te permite ver sus datos y otra es espiar la vida privada de las personas a través de ciertas rendijas tecnológicas.

La mayoría de la gente desconoce la existencia de estas prácticas que tanto irritan al senador de California. Incluso dudan de que en Estados Unidos estén tan extendidas como se dice, dado el gran cuidado que se pone en todos los temas relativos a los derechos humanos y al derecho a la intimidad.

Difícil de entender cómo se le puede exigir a una persona la contraseña para acceder a los datos de su perfil virtual, algo así como exigirle al candidato el código numérico de su tarjeta de crédito para comprobar que no está en la miseria, o las llaves de su apartamento para comprobar que tiene uno y que no vive en la calle.

Las redes sociales son una herramienta muy útil para encontrar a una persona y hacerse una idea de cómo es. La empresa que busca cubrir un puesto de trabajo lo que le en realidad le interesa es dónde desempeñó su trabajo con anterioridad y cómo lo hizo la persona que está buscando. Qué tipo de persona es y cual es su relación con su antigua empresa, además de si es una persona propensa a las filtraciones de datos profesionales; son cosas que también son interesantes y que se pueden obtener a través de páginas como Facebook o Twitter.

Mucha gente que tiene un perfil en estas páginas cree que nadie de su trabajo se molesta en verlo si no está entre sus contactos amigos, y después le resulta embarazoso haber hecho comentarios negativos sobre los directivos, sobre la empresa o lo que es peor, haber difundido información sobre movimientos financieros de la misma.

Si cualquier persona crea una carpeta, aunque sea privada y solo para amigos cercanos, donde cuelga fotografías de cualquier miembro del consejo de dirección de su empresa donde lo pone en forma poco favorable, y ésta es vista por sus potenciales jefes en la nueva compañía, las posibilidades de encontrar un nuevo empleo en ellas se reducen considerablemente.

Pero, además de las violaciones de la privacidad en las redes sociales, también existe un método un tanto menos traumático y que se suele emplear en el mercado de trabajo. Es cuando la compañía se ofrece como contacto amigo. Si el candidato acepta, el nivel de confianza hacia él aumenta. Pero aquí entra el juego de intereses y si el posible trabajador es inteligente puede restringir el nivel de acceso a su información, mostrando sólo lo que él crea conveniente sin que sus contactos lo sepan.

Lo más recomendable es un equilibrio razonable entre privacidad y apertura. La situación ideal es cuando una persona está abierta, está en todas partes, pero no hay ninguna información que la pueda desacreditar. También discriminar claramente lo que se coloca en acceso abierto de las de acceso restringido. A veces, los agentes de colocación recomiendan tener dos perfiles en la misma red social: uno para usos laborales y otro, personal, con un seudónimo.

En lo que concierne a las entrevistas donde se exigen las contraseñas de los perfiles de las páginas virtuales, mejor levántese y márchese.

 

(Fuente: RIA Novosti)

 

 

 

Etiquetas: Redes, sociales, empresarios, Facebook, Twitter, violaciones, usos, privacidad


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