En economía, muchas teorías se estudian aislando la variable objeto de estudio respecto de su entorno, algo que se llama cláusula
ceteris paribus. Es decir, ante un problema concreto modifico la variable X pero el resto se queda igual, así si hay cambios en el resultado final sabremos que dependen de dicha variable y en que proporción.Cuando leemos artículos, opiniones, informes y posts acerca de cambios, reformas y propuestas en el ámbito de la sanidad, observamos que en ocasiones las opiniones se basan en dicha condición pero exactamente al revés. ¿Por qué? La mayoría basan sus propuestas en que cambien los demás pero dejando su ámbito de influencia o de poder exactamente como estaba. Una especie de ceteris paribus pero egoísta: "todos lo hacéis mal, menos nosotros; así que ya podéis empezar a cambiar".A ver si al final ocurre lo que comentábamos en febrero (a raíz de una interesante reflexión que leíamos en el blog Salud y Gestión): "La persona que te pide solucionar el problema es en muchas ocasiones (no siempre) la parte que más contribuye a la aparición del problema". ¿Se han preguntado los que piden que rueden cabezas si ellos o el sector al que representan son el origen del problema?Seguimos opinando igual que siempre: si preguntamos al gremio de torneros fresadores por la crisis económica, dirán que hacen falta más torneros. ¿Ejemplos en sanidad? Hay demasiados y además muchos están muy cerca.Nota: por supuesto que hace falta modificar, cambiar y replantear el papel de los gestores, directivos, gerentes o como se llamen. Aquí lo de tirar la piedra y esconder la mano no nos gusta nada...