En un congreso se apuntó a los riesgos para la democracia del control de los medios.
El escándalo de la pobreza extrema en las regiones más olvidadas del mundo y los procesos políticos dictatoriales o autoritarios , que someten a periodistas y medios independientes a diferentes tipos de presión o a la censura más directa y violenta , fueron algunos de los temas sobresalientes de la tercera edición del Oslo Freedom Forum , que acaba de bajar el telón en esta ciudad. Las voces de los panelistas y disertantes que pasaron por el Christiania Teather fueron como mazazos para la conciencia universal porque pusieron sobre la mesa lasasignaturas pendientes del mundo en materia de derechos humanos, libertades civiles, religiosas, de prensa y de expresión.
Ex presidentes, Premios Nobel, académicos, activistas y militantes de diversas ONGs cautivaron con sus alegatos a más de 300 concurrentes. Al cabo del congreso, sus mensajes y figuras quedaron congeladas allí mismo, pero sus voces perduraron a la vez . Como si fuesen réplicas humanas de las más de 200 esculturas de cobre y granito que pueblan Vigeland Park, el inmenso pulmón verde de los noruegos, ubicado en el suburbio más elegante de la ciudad. El parque, de 32 mil hectáreas, es un gran atractivo turístico, virtual museo de arte a cielo abierto, con obras que el arquitecto local Gustav Vigeland hizo por encargo del ayuntamiento local en las primeras décadas del siglo XX.Las formas de ese parque legendario remiten, justamente, al tema que predominó en las jornadas del Freedo m Forum: las relaciones humanas , las personas ensituaciones y emociones diversas . Eso muestran las estatuas del Vigeland Park. Y de eso se habló en este congreso: un vastísimo friso humano del estado actual del mundo y, sobre todo, de las carencias y sufrimientos de inmensas masas poblacionales , y de los riesgos de la libertad en los regímenes opresivos, donde medios y periodistas son sometidos a presiones, abiertas o disfrazadas, muchas veces bajo violencia extrema.Steven Levitsky es un cientista político graduado en Harvard especializado en el estudio comparativo de los sistemas políticos latinoamericanos. Llamó la atención con su hipótesis acerca de los “autoritarismos competitivos” : aquellos gobiernos que, según su definición, guardan las apariencias democráticas, pero“esterilizan a la oposición y procuran el control de la información y la circulación de la misma” . Levitsky apeló a una metáfora futbolera: “Es como un partido que se juega con arcos de diferente tamaño y el árbitro cobra todas las faltas siempre para el mismo lado” . Aseguró que hay en el mundo más de 50 países bajo este tipo de estándares que son “fachadas de la democracia”. Concedió que, en comparación con los procesos dictatoriales, estos regímenes son mejores, pero tienden a consolidarse y a permanecer con el poder, con lo cual “pueden transformarse de pronto en dictaduras”. Su exposición tuvo cierto aire de familia con la del ex presidente peruano Alejandro Toledo, quien procuró explicar por qué la gente vota a gobiernos autoritarios, particularmente en América Latina. Mencionó “el control de los medios y la manipulación de la democracia verdadera” como causales importantes y puso como ejemplos concretos “de los autócratas electos por la gente” los casos de Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador y Daniel Ortega en Nicaragua.Zhana Litvina, periodista de Bielorrusia , uno de los estados desprendidos de la vieja URSS, acompañó con imágenes los atropellos que sufre la prensa en su país , con acosos brutales por el sólo hecho de ejercer la profesión. Y Bárbara Demick, escritora especializada en los procesos políticos asiáticos, habló de la difícil vida cotidiana en Corea del Norte, donde los derechos humanos no tienen registro alguno: “No hay elecciones ni oposición. Es el sueño de los dictadores” , denunció. Además, explicó el contraste fuerte que existe entre la cruda realidad y la ficción de la mirada oficial. Puso como ejemplo un video del régimen “ que se repite una y otra vez, todo el tiempo , en la televisión oficial, hasta el cansancio, con niños felices, sonriendo, y recibiendo las canonjías de la dictadura”. La modalidad, por si hiciera falta decirlo, no es un atributo exclusivo del sistema comunista de los norcoreanos, sino que gobiernos más abiertos de Occidente suelen caer en la tentación de asumir esas prácticas propagandísticas desde los medios del Estado.En materia de la pobreza extrema, tema omnipresente del foro, George Ayittey, de Ghana, interpeló al decir que no basta con la ayuda humanitaria a las zonas pobres del continente: “Occidente tiene que acostumbrarse a preguntar a esos países qué es lo que necesitan. Y saber escucharlos para que esa ayuda sea de utilidad”.Los temas del Oslo Freedom Forum, por su esencial universalidad, tocaron de un modo u otro a todos los países del mundo. No son un reflejo exacto de lo que pasa en la Argentina, pero tampoco tienen una ajenidad absoluta con la realidad nacional. El año próximo, acá en Oslo, las voces por la libertad y la justicia volverán resonarán. Será cuando las estatuas del Vigeland Park cobren vida una vez más.Fuente: clarin.com