La sociedad construida sobre el dinero destruye las cosechas, destruye a los animales, destruye a los hombres, destruye la alegría, destruye el mundo auténtico, destruye la paz, destruye las riquezas verdaderas. Tenéis derecho a las cosechas, derecho a la alegría, derecho al mundo auténtico, derecho a las riquezas verdaderas de aquí abajo, ahora mismo, ya, en esta vida. No debéis seguir obedeciendo a la locura del dinero (p. 30).
Jean Giono
¿Qué interés tiene Las riquezas verdaderaspara el lector de hoy? Para empezar, el malestar social sigue vigente e incluso ha ido a más con la aparición de los medios de comunicación de masas, con su fuerte poder para canalizar los deseos de la población. Existe una presión constante acerca de lo que uno debe hacer, lo que debe comprar, lo que debe ponerse e incluso lo que debe pensar. La respuesta no es hacer las maletas e irse al campo, pero leer un texto como este actúa como un acto de resistencia del que se extraen ideas interesantes, ideas para sentirse «libre» incluso dentro de la sociedad: el hecho de acostumbrarse a vivir con poco, reducir las necesidades superfluas; la importancia de realizar tareas manuales o creativas como autorrealización y, por encima de todo, la búsqueda de la felicidad en los bienes inmateriales, en el interior («Para ser feliz hay que destruir esta sociedad construida sobre el dinero», p. 169). La simple lectura del libro, tan poético y evocador, ya es de por sí una experiencia de lo más gratificante.Fotografías de Contadour (Provenza), la comunidad donde Giono organizaba sus encuentros.