De todo lo demás se encargó la creatividad.
Apareció entonces la juventud, la música, un encuentro, el amor, la guerra (que lo destruye todo), la búsqueda eterna, el azar y las sorpresas que hacen de la vida un hecho apasionante...
Perdón, me olvidaba... también aparecieron las rosas y la memoria.
Gracias a la editorial por el ejemplar.
Opinión personal: Uff, hace ya bastante que no me sorprendía TANTO para bien con un libro como con este, sencillamente impresionante. Las rosas no tienen memoria es una historia de romance, de la búsqueda de la persona amada a través de la guerra, del paso del tiempo y del azar.
Parece que el libro está narrado por medio del mismo escritor, al que se le van como apareciendo los personajes y éstos le (nos) cuentan su parte de la historia para ir armando pieza a pieza la trama de este maravilloso libro.
Eso fue algo que me pareció muy innovador, porque no recuerdo haber leído ningún otro libro en que la narración se intercale de una forma tan simple y funcional a la vez.
No voy a contar nada de la historia a parte de lo que está en la sinopsis, creo que, en este caso, es muchísimo mejor que lo descubra cada lector, porque créanme, no los va a defraudar.
La narración es fluida, se deja, y a la vez es divertida de, leer; su breve longitud de páginas (apenas pasa las 150), hará que se pueda leer en poco tiempo.
Finalmente, recomiendo Las rosas no tienen memoria a cualquier tipo de lector, hasta a los que no les gusta el romance (como a mi) les puede gustar, sólo hay que darle una oportunidad.