Hermosas sentencias escogidas de los mimos de Publilio Siro (17, 14)
Publilio Siro frecuentó el género de los mimos, y fue tenido en tal consideración que se le consideraba casi igual a su rival Décimo Laberio. Sin embargo, fue tan ofensiva la maledicencia y arrogancia de Laberio contra César que éste declaraba públicamente que los mimos de Publilio eran más aceptables y honestos que los de Laberio.
Es costumbre citar frecuentes y hermosas sentencias de Publilio, muy apropiadas para el uso de la conversación común, de entre las que, por Hércules, me apetece copiar aquí las siguientes, cada una contenida en un solo verso:
Mala es la determinación que no puede cambiarse.
Recibe beneficio quien da a una persona digna.
Has de soportar y no desaprobar lo que no puede evitarse
A quien se le permite más de lo justo, quiere más de lo conveniente.
Un compañero conversador en el camino hace las veces de un vehículo.
La frugalidad es como la miseria, pero de buena reputación .
El llanto del heredero es risa bajo su máscara.
La paciencia, dañada, con mucha frecuencia se convierte en furor.
Sin razón culpa a Neptuno quien por segunda vez naufraga.
Considera al amigo como si fácilmente pudiera convertirse en enemigo.
Cuando se soporta una antigua injuria se propicia una nueva.
Jamás se supera un peligro sin riesgo.
La verdad se pierde con la disputa desmedida.
Parte de beneficio hay en saber negar con gracia lo que se nos pide.
(Aulo Gelio, Noches áticas. Trad. de Francisco García Jurado, Madrid, Alianza Editorial, 2007)