Las series de dibujos de mi infancia
Antes de empezar, quería avisaros de que he tratado de seleccionar series un poco distintas a las habituales. Por ello en esta lista no vais a encontrar historias como Pokémon o Digimon, sino otras que me gustaría que descubrierais (si no las conocéis ya).
Versión en vídeo
Flint y los viajeros del tiempo
En el siglo XXV los viajes en el tiempo son algo habitual. Pero no todo el mundo quiere viajar para conocer la Historia, la patrulla de policías del tiempo se encarga de evitar que las fuerzas del mal cambien el pasado o el futuro de nuestro planeta en su provecho. Flint, detective del tiempo, tiene esta difícil misión junto a su equipo.
No sé qué me pasa con esta serie pero periódicamente me viene a la memoria para recordarme que no vi el final. Se trata de una historia en la que una especie de patrulla del tiempo viaja a lo largo de las eras de la humanidad en busca de una serie de monstruos —muy similar a los pokémon— para evitar que un ser malvado utilice su poder para cambiar el destino del planeta.
No sé si era por la variedad de monstruos, por lo divertido que era estar en el Egipto de los faraones, en el Japón feudal… pero oye, yo cada vez que lo emitían tenía que estar pegado al televisor.
Además, me acuerdo de que había un personaje que estaba desde el principio que no podía evolucionar. Era el típico que durante toda la serie lo intentaba pero no lo conseguía nunca. Siempre quise ver el último episodio —el último que me faltó— para comprobar si lo conseguía. Hace tiempo lo busqué por internet y no lo encontré, así que si alguien puede ayudarme se lo agradecería eternamente.
El pato Darkwing
La ciudad ficticia de San Canario (St. Canard en la versión inglesa) está asolada por los crímenes, siendo entonces cuando Drake Mallard, un pato antropomorfo decide combatir el crimen y proteger la ciudad sin que se desvele su identidad. En su lucha por el bien contará con la ayuda de Joe McQuack (procedente de la serie Patoaventuras). Además de la lucha contra el mal debe estar al cuidado de su hija adoptiva Goszalyn, huérfana cuando su padre biológico falleció, y que no interfiera en su misión, aunque no con mucho éxito.
¿Os acordáis de esta serie? Es de la época en la que Disney no cesaba en su producción de series de animación con los personajes de sus obras originales o, por lo menos, algunos muy próximos.
Era la historia del pato Darkwing, un pato que durante la noche decide combatir el crimen para que no haya ningún villano que pueda destruir la ciudad de San Canario. Para ello contará con la ayuda de Joe McQuack, un personaje que venía de Patoaventuras —otra grandísima serie—.
Me lo pasaba en grande con ella. Es una de esas historias que no mucha gente de mi alrededor recuerda, pero a la que yo le tengo un especial cariño. He seleccionado ésta como homenaje también a Patoaventuras.
¿No os gustaría volver a ser niños durante un tiempo para poder vivir todo esto con la misma ilusión?
Doremi
Doremi Harukaze es una estudiante muy enamoradiza. Sin embargo, debido a sus fatalidades, ella se autonombra "la niña más desafortunada del mundo". En una ocasión, visita una misteriosa tienda de antigüedades y conoce a una anciana que se parecía mucho a una bruja de cuentos de hadas, por lo que Doremi le dice que es una bruja. Debido a que fue descubierta, la anciana se convirtió en un pequeño renacuajo verde (Blandiblú). El nombre de la anciana es Bruja Rika, y ella es una majogaeru (rana bruja), que no es capaz de regresar a su forma humana después que se haya convertido en una rana. Doremi intenta convertirse en una poderosa bruja a cambio de volver a la Bruja Rika a la normalidad. Así, es capaz de convertirse en una bruja cuando lo desee, pero el entrenamiento como aprendiz de bruja es mucho más difícil de lo que ella esperaba.
La magia de Doremi me enamoró muy rápidamente. ¡Era una historia de brujas y de magia! ¡Y además de brujas buenas! ¿Qué más se podía pedir? Como pasa con todas las series que disfrutamos durante la infancia, el hecho de tener que amoldarnos a unas cadenas de televisión que emitían los episodios a su antojo —y que en la gran mayoría de las ocasiones nunca las renovaban hasta el final— me quedé sin saber cómo terminaba.
Recuerdo que como aprendices de brujas tenían que ir pasando exámenes de nivel hasta poder conseguir el título que las acreditase como merecedoras de dicho poder y que en caso de suspender podían llegar a perder sus poderes. Uno de los días más tristes de mi infancia tiene mucho que ver con ello.
El día anterior había visto que habían suspendido el examen. Todo apuntaba —y así se dejó caer en los últimos momentos del episodio— que les iban a arrebatar su magia y yo necesitaba verlo, pero por desgracia estaba caminando con mis padres por el puerto de Alicante. Cuando vi que la hora se acercaba me puse muy, pero muy pesado, para que me llevasen a casa para poder verlo, pero claro, a mí me daba vergüenza admitir que veía una serie de chicas —qué distinto habría sido ahora— así que me inventaba que quería ver Pokémon.
Al final logré convencerles, pero el mazazo fue mayor cuando al llegar a casa vi que habían vuelto a comenzar desde el principio.
Nunca supe el final.
La pajarería de Transilvania
El doctor Granudo es despedido del departamento de mascotas de los prestigiosos almacenes Horrendo, y decide ganarse la vida vendiendo mascotas monstruos a los ciudadanos de Transilvania. El doctor Granudo ha puesto su tienda en el castillo donde el agente Perezoso tiene su comisaría. Éste intentará cerrarle la tienda mediante todo tipo de argucias.
¡Pedazo de serie! No, en serio, ésta es una de las mejores series de televisión que he disfrutado en toda mi vida, y espero que todos la conozcáis, pues es mi favorita de esta lista.
Versaba sobre la historia de un Doctor que vivía en un castillo rodeado de todos los monstruos que os podáis imaginar y que se ganaba la vida vendiéndolos como mascotas a los ciudadanos de Transilvania. Durante toda la serie veremos a un policía, el Agente Perezoso, tratando de buscar una razón para cerrarle la tienda.
Era una pasada. Me acuerdo que la emitían en Televisión Española —la televisión públcia— después de la hora de comer y que yo, sobre todo durante el verano, me pasaba todo ese rato con mi abuelo disfrutando tanto de ésta, como de Nico, una historia de un niño ciego y muchas otras más.
Le deseo a todo el mundo que en su infancia haya encontrado una historia que le haya divertido tanto como ésta a mí.
Rugrats, aventuras en pañales
Rugrats (Aventuras en Pañales) trata acerca de las aventuras de unos bebés encabezados por Tommy Pickles; ellos son Chukie Finster, Phily (Filiberto) y Lily (Liliana) DeVille, Susie Carmichael, Kimi Finster (Hermanastra de Carlitos) y el hermano menor de Tommy, Dylan (Dil) Pickles. Claro que como toda buena aventura hay un gran obstáculo, en este caso la prima de Tommy, Angélica Pickles, que no para de molestar y atormentar a los bebés.
Una historia que se podría definir con una palabra: imaginación. Era una oda a divertirse sólo con nuestra mente pues nos contaba las aventuras de una series de bebés que se inventaban mil y una historias para pasárselo bien mientras estaban juntos.
Más allá de toda la polémica y leyendas urbanas que ha habido sobre alguno de sus personajes, mi favorito siempre fue Chukie, aquél pelirrojo, el más mayor de todos, que también era el más asustadizo.
Posteriormente hicieron un spin off llamado Más grandes y traviesos que contaba las aventuras de los niños ya crecidos cuando iban al colegio. La verdad, no sé cuál de las dos tramas me gustó más, pero durante mi infancia empaticé mucho con todos estos personajes.
Éstas son cinco de las series que marcaron mi infancia. Espero que alguna os sonase y que si no al menos os vayáis con las ganas de curiosear con alguna de ellas. ¿Cuáles eran las vuestras? ¡Dejádmelo en los comentarios!
Carmelo Beltrán@CarBel1994