Las siete muertes de Evelyn Hardcastle, de Stuart Turton

Publicado el 26 marzo 2020 por Daniel Daniel Pérez Castrillón @Mangrii
Las siete vidas de Evelyn HardcastleStuart Turton (Trad. de Lorenzo F. Díaz)Ático de los LibrosRústica / digital | 496 páginas | 19,90€


El género de misterio y crimenes uno de los más trillados. Agatha Christie, Arthur Conan Doyle, Raymon Chandler, Patricia Highsmith y un sinfín de nombres en la historia de la literatura que podríamos mencionar. Incluso hace poco, el director Rian Johnson trajo de vuelta el género con la divertida Knives Out. Sin embargo, si alguien te vende su trillada historia de crimen y misterio en lugar cerrado con cambio de cuerpos y diferentes líneas temporales de por medio, admitamos, la cosa cambia. Al menos, llama la atención y genera cierta expectativa. Es una premisa, a priori, la mar de potente. Y esa es, exactamente, la proposición que nos hace Stuart Turton con Las siete muertes de Evelyn Hardcastle: ocho días que transcurren como uno solo, y ocho anfitriones que en realidad son solo un protagonista que debe resolver el crimen de Evelyn Hardcastle en la mansión Blackheath.
Todo comienza con un hombre que despierta herido en medio del bosque con el nombre de Anna pegado a la boca. Sin embargo, no sabe ni quién es él mismo, ni quién es ella. Ha perdido la memoria por completo y esta desorientado. Es más, se encuentra paralizado, por que acaba de ver a una mujer escapar entre los árboles cuando un disparo resuena en la oscuridad. Siguiendo un consejo apenas susurrado, desorientado y aturdido por el bosque, consigue llegar tambaleante a la mansión Blackheath. Poco a poco, encuentro tras encuentro con invitados y criados, empieza a saber quién era. Sin embargo, con el paso del día, descubrirá que su llegada a Blackheath no es para nada casual: debe solventar un crimen. Un crimen que se resolverá a la última hora del día y de cuya solución pende su vida.Y la de otros.
Fragmento de la portada italiana
De bucles, entramados y puzles¿Sabéis ese típico mapa de serie policiaca americana donde establecen mil patrones y movimientos en la pared con hilos rojos? Bien, pues como símil, no está mal para entender lo que Stuart Turton pretende en Las siete muertes de Evelyn Hardcastle. El escritor y periodista inglés establece un bucle sobre el que volveremos una y otra vez desde diferentes protagonistas para lograr identificar al asesino. Un juego de líneas, reglas, detalles y personajes -aunque solo es uno, en realidad- repleto de giros narrativos y piezas que terminan encajando una con otra como cortadas por el mismo patrón. Un juego cuyo máximo disfrute necesita un poquito de fe por parte del lector: dejarse llevar y seguir para delante.
No obstante, la novela se enfrenta a dos problemas. Una, es que necesita de una lectura atenta, continua y sin muchas interrupciones. Es tal el vaivén de personajes, detalles y momentos importantes que uno fácilmente puede perder el interés a mitad de novela si pausa mucho su lectura. Es más, incluso el mismo funcionamiento de la novela no se desvela hasta pasado el primer tercio de la misma. El segundo, es que llega un momento de extrema repetición en el transcurso de la trama. Resultan demasiadas muertes, personajes y explicaciones -algunas innecesarias- que tan solo funcionan como mecanismo trasero del que Turton puede tirar con los hilos una vez llegados al clímax definitivo.
De ahí radica mi consejo -y el de muchos- sobre la importancia de dejarse llevar en la lectura. Avanzar día tras día, pista tras pista, haciendo una imagen cada vez más completa de ese mapa del crimen que antes mencionaba. Redescubrir acontecimientos desde otros puntos de vista, seguir el camino elegido por Turton y entregarse por completo a las reglas del desmemoriado narrador son vitales para disfrutar con cada uno de sus enrevesados giros de tuerca. Un pequeño sacrificio que el ávido lector agradecerá cuando se completa la historia, habiendo pasado unas cuantas horas pegado a sus páginas para obtener un final esperable, pero bastante redondo.
Fanart de Leslie Strock
La forma por encima de todoLo siento, pero no entres en Las siete vidas de Evelyn Hardcastle buscando un texto laborioso en sus metáforas, ni más allá de lo funcional en sus diálogos. La novela está escrita como un entretenimiento consumista con personajes monoplaza que tienen las herramientas necesarias para cada momento. Aquí la forma prima al contenido. Esto es solo un juego, donde las intrigas criminales y encajar las líneas temporales prevalecen por encima todo. Su arma vital es la inmensa tela de araña argumental repleta de hilos e hitos de los que tirar. Es cierto que de fondo hay algún elemento más, como un pequeño relato de redención y cierta atmósfera gótica que pulula por toda la mansión y sus terrenos, pero no es lo principal. Tampoco lo que Turton parece buscar. Es, como llame a Materia oscura de Blake Crouch en su día, un blockbuster de ciencia ficción apto para todos los públicos. Uno, que también, espero ver algún día en el cine.
Lo he devorado. Si buscáis una historia de misterio, y crímenes con cierto elemento de ciencia ficción, os gustará. Puede que se alargue y en algún momento sea reiterativa, pero si uno se deja engatusar por el hipnotismo de Turton y su juego, apenas lo notará. Como una telenovela, página tras página, vida tras vida, este whodunnit aporta horas de encierro en su mansión para resolver un crimen que esconde mucho(s) más.
 Otros enlaces de interés:Entrevista a Stuart Turton en TryperionSagacomicCafé de Tinta