En agosto del año pasado, Mariano Rajoy, entonces líder de la oposición, exigía a Zapatero que hiciera pública la carta, firmada por Jean-Claude Trichet, entonces presidente del BCE (Banco Central Europeo), y por Miguel Ángel Fernández, gobernador del Banco de España, en la que conminaban al Gobierno a aprobar determinadas medidas anticrisis. Cuatro meses más tarde, Rajoy al frente del Ejecutivo, oculta la misiva y sus colaboradores se excusan afirmando que su publicación le habría correspondido al anterior equipo. Y Gaspar Llamazares, diputado de IU, exige a Rajoy, a través de una pregunta parlamentaria, que haga pública la misiva por “transparencia democrática” y por “coherencia” con sus propias palabras.
Llamazares recalca que se trata del “programa de Merkozy (Ángela Mérkel y Nicolás Sarkozy)” y del Fondo Monetario Internacional para los países del euro. “Es la doctrina del Vaticano –declara–, que es el BCE para países como España o Italia”. En el texto, el BCE establece las condiciones para reactivar el programa de compra de deuda española e incluye medidas de ajuste presupuestario y económico y en materia laboral. Un programa que, según el diputado de IU, “se está cumpliendo a rajatabla”. El Gobierno socialista, añade Llamazares, “aprobó la reforma laboral, propulsó una modificación del sistema financiero y llevó a cabo recortes sociales, ajustes y privatizaciones”. Con la llegada del PP al poder, se está produciendo, en su opinión, un “continuismo del programa de ajuste”, que ha quedado demostrado en las últimas medidas aprobadas por el Consejo de Ministros.
Llamazares insiste en que es el plan concreto del BCE para España con cada vez más recortes y exige que Rajoy explique los mismos en sede parlamentaria. ¿Lo hará al fin el nuevo Presidente del Gobierno con sus palabras? Y sobre todo, ¿logrará convencer de este nuevo cambio de subidas de impuestos a las que se opuso a lo largo de toda su larga campaña electoral?