La duda es saber a qué mente enferma(o muy lista) se le ha ocurrido que el Barça debía jugar 3 partidos en 8 días incluyendo un viaje al otro lado del mundo. Era lógico que el Barça no tuviera fuerzas, y que el milagro fuera aún más difícil. Y si encima a la misma mente prodigiosa se le ocurre poner en la ida a González bis y en la vuelta a su colega madrileño(¿o se dice madridista?) la remontada se convirtió en milagro.
Pero, si hemos de ser sinceros, el título(un título menor que sólo sirve para estadísticas de sextetes, pero que en sí mismo pierde importancia) lo perdimos en Bilbao con la alineación surrealista que Luis Enrique decidió, llena de suplentes, con un dibujo irreconocible y con errores puntuales de unos y del otro(que para eso lo pusieron)
Pero hay que decirlo bien alto, al margen de la honestidad o de su carencia en el árbitro, Piqué no puede ir a insultar al linier porque eso es lo que esperan ellos, lo que les justifica sus actuaciones. Y por mucho que el árbitro y sus secuaces se equivoquen(que en realidad no se equivocan, simplemente buscan su futuro ) no puedes ir a insultarles, porque pierdes la razón y parecen tenerla ellos, aunque bien haría el Barça en hablar con el comité para evitar que el madrileño siga haciendo méritos con nuestro equipo.
Pero que tampoco es bueno que olvidemos que los tres últimos títulos importantes están aún frescos en nuestra memoria, en un triplete (Champions, Liga y Copa) que algunos no han alcanzado nunca.
Y que es este domingo cuando empieza, en serio, la nueva temporada.
Dejemos la supercopa en lo que es.