Revista Salud y Bienestar

Las técnicas de reproducción asistida permiten a las mujeres sometidas a una ligadura de trompas ser madres de nuevo

Por Fat
Las técnicas de reproducción asistida permiten a las mujeres sometidas a una ligadura de trompas ser madres de nuevo
La ligadura de trompas es un procedimiento de esterilización que consiste en cortar y ligar las trompas de Falopio para impedir que el óvulo se encuentre con el espermatozoide y evitar, de esta forma, el embarazo. Un método anticonceptivo al que se someten en España unas 600.000 mujeres cada año, convencidas de no querer tener más hijos. Sin embargo, un 10% de ellas se lamentan de la decisión tomada. De esta forma, según la clínica de reproducción asistida Ginefiv, las técnicas de reproducción asistida permiten a las mujeres sometidas a una ligadura de trompas ser madres.
Según la Dra. Victoria González Villafáñez, ginecóloga de Ginefiv, la ligadura de trompas se aconseja "a aquellas mujeres que ya tienen todos los hijos que desean y están seguras de no querer tener más, a aquéllas cuya vida corre peligro con un embarazo, a las que tienen un alto riesgo de transmitir una enfermedad hereditaria, a las mujeres a las que se les ha practicado 3 cesáreas para evitar un nuevo embarazo y que se produzca una rotura uterina, así como a las mujeres que no pueden utilizar ningún otro método anticonceptivo".
Son las mujeres que han sido esterilizadas más jóvenes las que, según diversos estudios, tienen más posibilidades de arrepentirse. Por eso, la Dra. González Villafáñez incide en que "hay que pensarlo muy bien antes de someterse a una técnica irreversible, ya que hay mucha gente que se equivoca". Y es que las circunstancias de la mujer pueden cambiar con el paso de los años, "puede que fuera demasiado joven y ahora quiere tener más hijos, que sus perspectivas económicas no eran tan buenas como deseaba, pero sobre todo, la causa más común del arrepentimiento es un cambio de pareja y el deseo de tener descendencia de esa nueva unión", afirma la Dra. Victoria González Villafáñez.
En estos casos en los que la mujer con las trompas ligadas acude a una clínica de reproducción asistida se le recomienda la Fecundación in Vitro. "Con esta técnica, los óvulos de la paciente se fecundan en el laboratorio con los espermatozoides de su pareja o de un donante de semen. Los embriones obtenidos se transfieren al útero de la mujer, por lo que no es necesario que el embrión pase por la trompa de Falopio", explica la Dra. González.
-¿Y si es él quien tiene practicada la vasectomía?
La vasectomía es un método de anticoncepción definitiva en la que, a través de cirugía, se cortan los conductos de salida de los espermatozoides. En estos casos, ocurre lo mismo que en las mujeres esterilizadas, existe un riesgo de arrepentimiento, sobre todo en los casos de cambio de pareja. "Hay una forma de recanalizar estos conductos aunque la zona suele quedar más estrecha e incluso puede afectar al número de gametos, así como a su movilidad y morfología. Por eso, en su lugar, es recomendable practicar una biopsia testicular para recoger los espermatozoides, congelar los gametos y realizar una Fecundación in Vitro con microinyección espermática", concluye la Dra. Victoria González Villafáñez.

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